- CAMINO MISIONERO - - Encuentro Nº 3 - - EL PLAN DE DIOS - |
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Objetivo:
Mostrar cómo el hombre, habiendo sido creado por Dios para ser feliz, ha rechazado a Dios y se ha alejado de El, y cómo Dios, en su amor, traza un Plan para recuperar la amistad perdida.
Marco Teórico:
El hombre fue creado por Dios para vivir en íntima comunión con El (para ser comunidad con Dios) y para ser feliz, dándole la libertad para elegir entre seguir junto a El o apartarse. La humanidad vivió en un principio en esta tierra que Dios le dio por morada, conservando su relación de amistad con El. Pero en algún momento de la historia, el hombre eligió libremente apartarse de Dios y romper su amistad con El. Con el pecado, el hombre rompe esta comunidad de amor con Dios y muere a la vida espiritual. Desde este momento, Dios ideó un Plan para "salvar" a la humanidad y recuperar la amistad perdida.
(Lecturas complementarias para el animador: CIC 1;51-64; 293-295; 299; 301; 355-358; 374-390; 396-421)
Motivación: Cuento "El Hilo Primordial"
El Hilo Primordial
(adaptación del original de "Madera Verde" de Mamerto Menapace)
Ya se acercaba la primavera, y aquella mañana, el cielo azul se vio inundado de las frágiles telitas voladoras que solemos llamar "Babas del diablo". En una de esas telitas, venía navegando una arañita recién nacida, venida quién sabe de dónde. El viento jugueteó un rato con la embarcación de la arañita que vagaba a la deriva, hasta que de pronto el vuelo se detuvo con un fuerte sacudón. ¿Qué había pasado? Simplemente que la nave había encallado en la rama de un árbol. Pasado el primer susto, la arañita, comenzó a correr por la tela hasta pararse finalmente en la rama en que había anclado su nave. Y desde allí se largó en vertical buscando la tierra. Su descenso fue suave y seguro, porque un hilo fino, pero muy resistente, la acompañó en el trayecto y la mantuvo unida a su punto de partida. Y por ese hilo volvió luego a subir hasta su punto de desembarco. Ya era de noche, y como era pequeña y la tierra le daba miedo, se quedó a dormir en la altura.
A la mañana siguiente, la arañita sintió hambre, así que volvió a repetir su descenso para comenzar a construir una pequeña tela que le serviría para atrapar bichitos. ¡Cuán grande fue su emoción al ver que un insecto más pequeño que ella había quedado atrapado en su tela! Lo envolvió y lo succionó. Luego, como ya era tarde, volvió a trepar por el hilito primordial, a reecontrarse con su punto de desembarco. Y esto se repitió cada mañana y cada noche. Cada día añadía nuevos hilos a su tela, viéndose obligada a utilizar aquel fino hilo primordial a fin de mantenerla tensa, agarrando de él los finos hilos cuyas otras puntas eran fijadas en ramas, troncos o yuyos que tironeaban para abajo. El hilo ese era el único que tironeaba para arriba, manteniendo tensa toda la estructura de la tela. Por supuesto, la arañita no filosofaba demasiado sobre estructuras, tironeos o tensiones. Simplemente tejía guiada por su instinto. Y cada noche trepaba por el hilo primordial a fin de reencontrarse con su punto de partida.
Pero un día atrapó un bicho de marca mayor. Luego de tamaña cena, se sintió tan agotada, que esa noche decidió no subir por el hilo. Y a la mañana siguiente vio con sorpresa que por no haber subido, tampoco se veía obligada a descender. Y esto le hizo decidir no tomarse el trabajo del crepúsculo y del amanecer, a fin de dedicar sus fuerzas a la caza de presas que cada día preveía mayores. Y así, poco a poco, fue olvidándose de su origen, y dejando de recorrer aquel hilito fino y primordial que la unía a su infancia viajera y soñadora. Sólo se preocupaba por los hilos útiles que había que reparar o tejer cada día, debido a que la caza mayor tenía exigencias agotadoras.
Así amaneció el día fatal. Era una cálida mañana de verano, y en el centro de su tela, la araña adulta se sintió el centro del mundo. Satisfecha de sí misma, quiso darse la razón de todo lo que existía a su alrededor. Ella no sabía que de tanto mirar lo cercano, se había vuelto miope. De tanto preocuparse solo por lo inmediato y urgente, terminó por olvidar que más allá del radio de su tela, aún quedaba mucho mundo con existencia y realidad. Podría al menos haberlo intuido del hecho de que todas sus presas venían del más allá, pero también había perdido la capacidad de intuición. Sólo le interesaba lo que del más allá llegaba hasta ella. En el fondo, sólo se interesaba por ella y nada más, salvo quizá por su tela cazadora. Y mirando su tela, comenzó a encontrarle la finalidad a cada hilo: sabía de dónde partían y hacia dónde se dirigían, dónde se enganchaban y para qué servían. Hasta que se topó con ese bendito hilo primordial. Intrigada trató de recordar cuándo lo había tejido. Y ya no logró recordarlo, porque a esa altura de la vida, los recuerdos, para poder durarle, tenían que estar ligados a alguna presa conquistada. Y ese hilo no había apresado nada en todos aquellos meses ni tampoco había ido a ningún lado por él en los últimos tiempos. Esto le dio rabia. Ella era una araña práctica, científica y técnica. ¡Que no le vinieran con poemas infantiles de vuelos en atardeceres tibios de primavera! ¡Si ese hilo no servía para algo, había que eliminarlo! ¡No tenía tiempo para ocuparse de cosas inútiles cuando eran tan exigentes las tareas de crecimiento y subsistencia! Y le dio tanta rabia el no verle sentido al hilo primordial, que tomándolo entre las pinzas de sus mandíbulas, lo cortó de un solo golpe.
¡Nunca lo hubiera hecho! Al perder su punto de tensión hacia arriba, la tela se cerró como una trampa fatal, y el golpe que azotó a la araña contra el duro suelo fue terrible. Tan tremendo que la pobre perdió el conocimiento y quedó desmayada sobre la tierra, que esta vez la recibiera mortíferamente. Cuando empezó a recuperar su conciencia, el sol ya se acercaba a su cenit. La tela, al resecarse sobre su cuerpo magullado, la iba estrangulando sin compasión y las osamentas de sus presas la envolvían en un abrazo angustioso y asesino. Pronto entró en las tinieblas, sin comprender siquiera que se había suicidado al cortar aquel hilo por el que había tenido su primer contacto con la tierra, que ahora sería su tumba.
Reconstrucción: Una vez leído el cuento, se dan las siguientes consignas para trabajar en pequeños grupos:
Sintetiza en no más de 4 momentos, el argumento del cuento.
Responde a las siguientes preguntas:
¿Por qué murió la arañita?
¿Por qué era tan importante el hilo?
¿Por qué decidió cortar el hilo?
Luego de unos minutos de trabajo, se comparte en plenario, intentando construir entre todos una sola lista de momentos, que puede ser semejante a la siguiente:
La arañita llega a su "punto de desembarco" y baja por primera vez a tierra tejiendo el "hilo primordial"
La arañita comienza su vida, tejiendo su tela y cazando sus primeros bichitos, mientras sube cada noche a su "punto de desembarco" a través del "hilo primordial".
Un día caza un bicho de marca mayor, y decide no subir más por el hilo.
Pasado un tiempo, al no encontrarle sentido al "hilo primordial", decide cortarlo. Su tela se derrumba, y la arañita muere.
Actualización: Luego del primer plenario, se dan la siguiente consigna de trabajo, previa explicación de que veremos al cuento como una "parábola" que tiene un "segundo sentido" como las parábolas que hallamos en los Evangelios.
Vamos a ver el cuento con otros ojos. Reconstruye la historia, adaptándola a la "historia de la humanidad", si la arañita del cuento representa a la humanidad. Para ayudarte, responde primero a las siguientes preguntas:
¿Qué significa el hecho de que la "arañita" haya llegado "volando" y no haya nacido directamente en el árbol ?
¿Cuál es el "punto de partida" de donde bajó la "arañita"?
¿Qué simboliza "la tierra" a la cual "desciende" la arañita?
¿Qué es el "hilo primordial" ?
¿Qué significa "tejer la tela" ?
¿Cuáles son los "bichos de marca mayor" que hacen que la "arañita-humanidad" se olvide de su "punto de partida"?
¿Que significa que la arañita-humanidad "se ha vuelto miope"?
¿Cuáles pueden ser esas "presas que vienen del más allá", que la arañita no sabe reconocer?
¿Por qué crees que las arañitas de hoy no encuentran la "finalidad" del hilo primordial ?
Mediante estas preguntas, se pretende guiar al grupo para que descubra que:
Dios ha creado al hombre, "llegó de arriba", como la arañita,
por lo tanto el hombre no es de este mundo, sino que viene de Dios, su "punto de partida".
El hombre vivió desde un principio en esta tierra donde Dios lo puso,
conservando siempre su relación con Dios, el "hilo primordial".
Mientras tanto, el hombre construyó su vida en la tierra, "tejió su tela".
Muchas cosas de la tierra, como el egoísmo, la superficialidad, la ambición, la soberbia, etc., "bichos de marca mayor", hicieron que la humanidad se olvidara de Dios, su "punto de partida".
El hombre se había vuelto incapaz de reconocer al Dios que lo había creado, se había "vuelto miope",
incapaz de reconocer los dones que Dios le había dado.
Al encerrarse en sí mismo, el hombre no le encuentra sentido a su relación con Dios.
Puede entonces construirse el siguiente paralelo de la historia de la arañita, adaptado a la historia de la humanidad:
Dios creó al hombre.
En un principio, el hombre hizo suyo el mundo, pero siempre viviendo en íntima relación con Dios.
Un buen día, el hombre empieza a olvidarse de Dios y se aleja de él,
hasta que por fin, decide cortar su relación con El, lo cual le trae la muerte.
Una vez construida esta "historia de la humanidad", se mueve a descubrir el paralelismo existente entre ésta, y la "parábola" narrada en los 3 primeros capítulos del Génesis.
Dios Crea el mundo y al hombre |
Gn 1,1.26-30 |
El hombre hace su vida en el mundo, junto a Dios |
Gn 2,8-17 |
El hombre se aleja de Dios |
Gn 3,1-7 |
El hombre corta su relación con Dios |
Gn 3,17-19.23 |
Para profundizar y, si el nivel del grupo lo permite, puede proponerse realizar en pequeños grupos, un análisis más a fondo de esta historia de la humanidad, a partir de las siguientes citas:
Ez 28,13.15-16a |
Estabas en Edén, el Jardín de Dios, recubierto de piedras preciosas de todas las especies (…). Llevabas adornos labrados en oro y encajes preparados para ti el día en que fuiste creado. Eras irreprochable en tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que apareció tu iniquidad: a fuerza de tanto traficar, tu interior se llenó de violencia y caíste en el pecado. |
Dt 30,15-18 |
Hoy pongo delante de ti la vida y la felicidad, la muerte y la desdicha. Si escuchas los mandamientos del Señor, tu Dios, que hoy te prescribo, si amas al Señor tu Dios y cumples sus mandamientos, sus leyes y sus preceptos, entonces vivirás, te multiplicarás, y el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde ahora vas a entrar para tomar posesión de ella. Pero si tu corazón se desvía y o escuchas, si te dejas arrastrar y vas a postrarte ante otros dioses para servirlos, yo les anuncio hoy que ustedes se perderán irremediablemente, y no vivirán mucho tiempo en la tierra que vas a poseer después de cruzar el Jordán. |
Jer 3,19-21 |
Yo me había dicho: "¡Cómo quisiera contarte entre mis hijos y darte una tierra deliciosa, la herencia más hermosa de las naciones!". Yo me había dicho: "Tú me llamarás "mi Padre" y nunca dejarás de ir detrás de mí". Pero como una mujer traiciona a su marido, así me han traicionado ustedes, casa de Israel –oráculo del Señor-. En los montes desolados se escucha una voz: son llantos y súplicas de los hijos de Israel, porque han tomado por un camino torcido, se han olvidado del Señor, su Dios. |
Jer 5,23-25 |
Este pueblo tiene un corazón rebelde e indócil, se han apartado y se han ido, y no han dicho en su corazón: "Temamos al Señor, nuestro Dios que da la lluvia, la lluvia de otoño y la lluvia de primavera a su debido tiempo y que nos asegura las semanas fijas para la cosecha" Las iniquidades de ustedes han desordenado esto, sus pecados los han privado de esos bienes. |
Is 48,17-19 |
Así habla el Señor, tu redentor, el Santo de Israel: Yo soy el Señor, tu Dios, el que te instruye para tu provecho, el que te guía por el camino que debes seguir. ¡Si tú hubieras atendido a mis mandamientos, tu prosperidad sería como un río y tu justicia como las olas del mar! Como la arena sería tu descendencia, como los granos de arena el fruto de tus entrañas, tu nombre no habría sido extirpado ni borrado de mi presencia. |
Del trabajo de los grupos se llegará a concluir que:
Ez 28,13.15-16a |
El hombre fue creado por Dios, bueno y destinado a ser feliz |
Dt 30,15-18 |
Dios lo hizo libre para elegir entre la felicidad y la desdicha, entre la vida y la muerte. |
Jer 3,19-21 |
Dios soñó con que los hombres fueran sus hijos, pero ellos lo traicionaron y se olvidaron de él |
Jer 5,23-25 |
Los hombres se apartaron de Dios, se alejaron de El a causa del pecado. |
Is 48,17-19 |
Si no se hubieran alejado de Dios, los hombres habrían sido por siempre felices. |
Una vez hecho esto, se da la siguiente consigna, a ser preparada personalmente para el próximo encuentro:
¿Cómo cambiarías el final del cuento, a partir del momento en que la arañita recobra el conocimiento para que tenga un típico "final feliz"?
Oración Final:
Invitar a los participantes a rezar, agradeciendo a Dios por habernos creado a cada uno de nosotros y por todo lo que nos dio en esta vida.
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