- CAMINO MISIONERO - - Encuentro Nº 12 - - TESTIGOS DE JESUS - |
.
Objetivo:
Presentar al misionero como testigo de Jesús.
Marco Teórico:
El Testimonio y el Anuncio son las dos principales formas de evangelización. Dice RM 41: "El mundo moderno cree más a los testigos que a los maestros", por eso, el testimonio cristiano es la primera forma de evangelización. Testigo de Cristo es aquel que lo ha visto, oído y tocado (1Jn 1,1). Sin estas condiciones no se puede ser misionero. Nadie puede anunciar a quien no conoce. A lo largo del desarrollo del encuentro, se profundiza en la definición de testigo y en las formas en que se puede ser testigo de Jesucristo.
(Lecturas complementarias para el animador: RM 41-45; EN 21-22; 41-42)
Motivación: Juego "Dictando títeres"
Se solicita cuatro voluntarios y se pide a tres de ellos que se retiren de la habitación donde están reunidos. El animador representará entonces un pequeño cuento con títeres. Concluido el cuento, se hace pasar al primero de los tres que se retiraron de la habitación, y el que había visto el cuento, deberá "dictárselo" de memoria. Este debe dictárselo al segundo quien luego hará lo mismo con el tercero. Al último, se le entregarán los títeres, y éste deberá reproducir con ellos el cuento, en base a las indicaciones recibidas. Los presentes juzgarán la fidelidad del cuento representado con respecto a la representación original.
Reconstrucción.
Puede reconstruirse la dinámica, partiendo el diálogo en plenario a partir de las siguientes preguntas:
1.- ¿Cuál era el objetivo del juego?
2.- ¿Fue la representación resultante idéntica a la original? ¿Por qué?
De las preguntas anteriores puede deducirse que la principal dificultad para cumplir el objetivo era que solo uno de ellos había visto la representación y el resto no. Estos últimos debían contarla en base a lo que les habían contado.
Al analizar la representación resultante, es importante que el animador haga incapié en los detalles que no fueron transmitidos (Las voces de los personajes, sus ubicaciones y movimientos en el "escenario". Puede ayudar el que los títeres sean muy parecidos, cosa que probablemente el último los invierta, y esto ayude a diferenciar las representaciones original y resultante). Al transmitir la narración, esta se iba desgastando y perdiendo detalles (o ganando otros), dando como resultado una representación parecida pero no idéntica.
Actualización. Testigos de Jesús
La gran ventaja que tenía el primero de los que "dictaron" el cuento, era que él había sido "testigo" del cuento original. ¿Y que es un testigo?
La palabra "testigo" es comúnmente utilizada en el ámbito jurídico. ¿Quiénes son los testigos en un juicio? ¿Cuál es el papel que desempeñan los testigos?
Los testigos son los que han presenciado el hecho. No se llama como testigo a un juicio a alguien a quien "le han contado" lo ocurrido, o a alguien que "se imagina" cómo ocurrió, sino a quien "vio" lo que ocurrió.
Su papel en el juicio consiste en "declarar", contar aquello de lo que han sido testigos a las demás personas, que no han presenciado el hecho.
Veremos que este hecho de ser testigo era muy importante para los primeros misioneros. Para ellos, entregar en pequeños grupos de tres o cuatro las siguientes consignas:
A partir de los textos que se indican, responde las siguientes preguntas:
¿Qué significa ser testigo? (1Jn 1,1; He 22,15)
¿Qué argumento utilizaban los primeros misioneros para probar la veracidad de lo que anunciaban? (2Pe 1,16)
¿Cuál era la principal condición que se imponía a los primeros misioneros para poder ser tales? (He 1,21-22)
Al compartir en plenario lo trabajado, surgirán las siguientes conclusiones:
Testigo es aquel que ha "visto, oído y tocado" un hecho o acontecimiento. "Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que les anunciamos". (1Jn 1,1). "…porque tú darás testimonio ante todos los hombres de lo que has visto y oído" (He 22,15)
Una de las principales pruebas de la veracidad de lo que anunciaban, era que ellos habían sido testigos oculares de la vida de Jesús. "Porque no les hicimos conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo basados en fábulas ingeniosamente inventadas, sino como testigos oculares de su grandeza" (2Pe 1,16)
Para ser misionero
El misionero es aquel que "transmite la Buena Nueva de Jesucristo a los demás". El misionero puede transmitir este mensaje porque él es testigo de Jesucristo. Recordando lo visto en encuentros anteriores, Jesús había ordenado a los apóstoles: "Ustedes serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta los confines de la tierra" (He 1,8).
Por lo tanto, aquel que no es "testigo" de Jesús, que no ha "visto, oído y tocado" a Jesús, no puede ser misionero.
Bueno. Esto está muy bien para los apóstoles que vivieron en el tiempo de Jesús y que pudieron verlo y tocarlo. Pero ¿qué hay de nosotros, los que vivimos después de Jesús? ¿Cómo podemos ser sus testigos de Jesús si no estuvimos con El? ¿Acaso nosotros vimos, oímos o tocamos a Jesús?
1° Paso: Haber visto, oído y tocado a Jesús
Puede proponerse para dialogar en plenario la pregunta: ¿Cómo podemos hoy "ver, oír y tocar" a Jesús?. Hoy podemos ser testigos de Jesús:
A través de las Escrituras podemos "ver" a Jesús.
A través de la Iglesia, podemos "ver" y "oír" las palabras de Jesús. "Quien recibe a los que El ha enviado, a El lo recibe, y recibe también al Padre que lo envió" (Mt 10,40)
En la oración podemos hablar con Jesús y "oír" su voz.
En la vida diaria, sabiendo interpretar los signos de los tiempos, podemos "oír" su voluntad.
En nuestro prójimo podemos "tocar" a Jesús, que nos dijo: "Todo aquello que hagan por uno de mis hermanos, me lo están haciendo a mí" (Mt 25,40). Esto quiere decir que podemos ver, ayudar y compartir con Jesús, cuando lo hacemos con los mas necesitados por amor a El. Ojo, que también podemos despreciar, ignorar o maltratar a Jesús, al hacer lo mismo con nuestro prójimo.
En la Eucaristía podemos "tocar" también a Jesús. "Tomen y coman, este es mi Cuerpo (…) Tomen y beban, esta es mi Sangre" (Mt 26,26-28)
Entonces, ser testigos de Jesús, en nuestros días, significa ser un cristiano auténtico, no sólo de palabra, sino cristianos activos, que se preocupan por conocer cada vez más a Jesús, por comunicarse con El y por poner en práctica sus enseñanzas sirviendo a los demás.
2° Paso: Dar testimonio de Jesús
Pero ¡ojo! Al testigo no se lo llama al juicio para que se quede callado. La razón de ser del testigo es que cuente lo que ha visto, que dé testimonio. Si no, no tiene nada que hacer en el juzdado. En una oportunidad, Jesús se acerca a una higuera en busca de sus frutos, pero al ver que era estéril, le ordenó que se secara, y la higuera murió (Mt 21, 18-19). Entonces, en nuestra vida, si hemos sido testigos de Jesús, es necesario que demos testimonio de El, si no no tenemos razón de existir. Y el testimonio puede darse de dos maneras:
con palabras: anunciando, enseñando.
con hechos: viviendo de acuerdo a las enseñanzas y el ejemplo de Jesús.
Pedir que los participantes sugieran las distintas maneras en que se puede dar testimonio de Jesús en el mundo, sobre todo en la vida cotidiana.
Interiorización
Y nosotros ¿en qué medida somos testigos de Jesús? Y ¿en qué medida damos testimonio de Jesús? Para esto pueden darse las siguientes consignas para compartir en pequeños grupos y, si hay tiempo, en plenario:
Vimos que la vida nos da muchas posibilidades para "ver", "oír" y "tocar" a Jesús. ¿Aprovecho esas oportunidades? ¿Cuáles aprovecho con más frecuencia? ¿Cuáles me cuestan más?
¿Doy testimonio de Jesús en mi vida diaria? ¿En qué medida sí y en qué medida no?
Es importante invitar a los participantes a hacer dos propósitos fundamentales a partir de hoy y para siempre:
Preocuparse por aprovechar las oportunidades de crecer como testigos de Jesús, en la oración, frecuentando la eucaristía, en la lectura de la Palabra, etc.
Dar testimonio de Jesús en la vida cotidiana con palabras y actitudes concretas.
Oración Final
Invitar a los participantes a compartir un momento de oración con Jesús. Podría ser muy oportuno realizar la oración frente al Santísimo Sacramento, motivando a los participantes con el hecho de tener a Jesús presente, visible y palpable en la Eucaristía. En la oración pueden:
Dar gracias a Jesús por las oportunidades que nos regala para "verlo, oírlo y tocarlo"
Pedirle perdón por no aprovechar suficientemente las oportunidades de verlo, oírlo y tocarlo.
Pedirle fuerzas para ser buenos testigos
Pedirle perdón si está fallando el testimonio
.
- Volver al Indice - |