- CAMINO MISIONERO -

- Encuentro Nº 15 -

- CREATIVOS E INCULTURADOS -

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Objetivo:

Marco Teórico:

Dos características imprescindibles de la misión son la creatividad y la inculturación. La creatividad implica encontrar métodos para transmitir la Buena Noticia que hagan de ella un mensaje atractivo a sus receptores. Jesucristo, a lo largo de su ministerio, dio amplias muestras de creatividad a la hora de predicar. No se limitó a discursos teóricos de teología dogmática y moral, sino que utilizó diversos métodos: enseñó mediante parábolas, discursos (las bienaventuranzas, el Pan de Vida), a veces exagerando las imágenes para llamar la atención o acentuar la importancia (la viga en el ojo, el camello y el ojo de la aguja), otras veces interpelando a sus interlocutores (¿Quién dice la gente que soy? ¿Me amas? ¿Quiénes son mis hermanos?), no solo con palabras sino también con signos y milagros, con gestos y actitudes concretas. Tal fue la novedad de su forma de predicar, que quienes lo escuchaban dijeron de El: "Nadie habló jamás como este hombre" (Jn 7,46).

 

El otro elemento es la inculturación, que implica que el Mensaje debe ser adaptado a la "cultura" de sus receptores, teniendo en cuenta sus valores, su situación de vida, su condición social, su edad, etc. Jesucristo no habló en términos teológicos elevados, sino que a los pescadores les habló de la barca y la red, a los agricultores les habló del sembrador, del grano de trigo y la semilla de mostaza, a los pastores les habló del buen pastor y de la oveja perdida.

 

Los misioneros de hoy deben también saber inculturar el Mensaje en las culturas y situaciones sociales actuales, llevando adelante una evangelización nueva en sus métodos, en su ardor y en su expresión para que la Buena Noticia llegue a lo profundo de los corazones de lo hombres.

(Lecturas complementarias para el animador: RM 52-54; AG 25-26; EN 11-12; 20; 63)

Objetivo

Que los participantes:

Motivación: Juego "El almacenero sordo"

El juego consiste en lo siguiente. Hay un almacenero que es sordo (y analfabeto por si acaso) y que tiene un almacén de ramos generales. Para poder comprar algo, los clientes tienen que hacerse entender por señas, explicando cuál es el artículo que desean. Un voluntario hará de cliente (a quien el animador le dirá en secreto qué es lo que tiene que comprar) y todo el resto serán el almacenero. El voluntario tiene que hacer entender por señas qué desea comprar. Es importante que el producto que se le indique que tiene que comprar no sea algo demasiado fácil de representar con mímicas, para hacer más interesante el juego.

 

Otra posibilidad es jugar a "Dígalo con mímicas", utilizando nombres de películas, programas de televisión, canciones, etc.

 

Reconstrucción.

Puede reconstruirse el juego, partiendo el diálogo en plenario a partir de las siguientes preguntas:

1.- ¿Cuál era el objetivo del juego?

2.- ¿Que papel jugaban cada uno de los participantes?

3.-¿Cuál era la principal dificultad para hacerse entender?

3.- ¿Qué cosas eran importantes para la fiel transmisión del mensaje?

De las preguntas anteriores puede deducirse que:

1.- El objetivo del juego consistía en "transmitir" un mensaje conocido para el emisor, y desconocido por el receptor.

2-.- El emisor era el encargado de conocer el mensaje y buscar la forma transmitirlo al receptor, de manera comprensible para este último. El receptor debía interpretar el mensaje y tratar de entender de qué se trata

3.- La dificultad consistía en que el emisor no podía hablar, sino que tenía que hacer mímicas.

4.- De lo que mencionen los participantes como cosas importantes para la fiel transmisión del mensaje, destacar:

Actualización

Al igual que en el juego, el misionero tiene un mensaje que transmitir a los demás: la Buena Nueva de Jesucristo. Para "dar a conocer" a Jesús debemos ser capaces de transmitirlo ("dar testimonio"). Y este testimonio tiene que ser dado de una manera atractiva y entendible para que sea fructífero. Juan Pablo II dijo que hoy en día es necesaria una evangelización renovada en sus métodos, en su ardor y en su expresión.

 

Creatividad

De lo observado en el juego, vimos que era muy importante para una fiel comprensión del mensaje, la habilidad del emisor para transmitirlo. Es importante que el misionero sea "creativo" para comunicar a Jesucristo, y que sepa adaptarse a los oyentes. Supongamos que alguien va en un colectivo y quiere evangelizar a los demás pasajeros. Tal vez no sería lo más creativo pararse en medio de todos y decir: "¡A ver! ¡Atención todos! ¡A rezar el Rosario! En el primer misterio.…". Probablemente tendría que ser creativo y buscar la manera de llegar a los demás. Jesucristo mismo fue creativo para transmitir sus enseñanzas:

 

Inculturación

También es preciso, para una buena transmisión del mensaje, adaptarlo dependiendo de quienes van a ser los receptores. No puede hablarse igual con los niños que con los adultos, ni con gente de ciudad igual que con gente de campo. Esta adaptación del mensaje a los receptores se denomina "inculturación", que significa "introducir el mensaje en la cultura del otro".

 

Pablo nos da en su carta a los Corintios, claras muestras de su esfuerzo por inculturar el mensaje de acuerdo a sus interlocutores:

 

 

1Cor 9,20-22

"Me hice judío con los judíos para ganar a los judíos; me sometí a la Ley con los que están sometidos a ella para ganar a los que están sometidos a la ley. Y con los que no están sometidos a la Ley (…) me hice como uno de ellos, a fin de ganar a los que no están sometidos a la Ley. Me hice débil con los débiles para ganar a los débiles. Me hice todo para todos para ganar por lo menos a algunos, a cualquier precio".

He 17,19-20.22-23

En el Areópago, Pablo aprovecha la imagen que los atenienses adoraban del "Dios desconocido" para anunciarles al Dios de Jesucristo.

 

Jesucristo mismo fue un ejemplo de inculturación del Mensaje:

Interiorización

A modo de interiorización, entregar las siguientes consignas para que los participantes las trabajen en pequeños grupos y compartirlas luego en plenario.

La Cruz de Matará

La Cruz de Matará es un testimonio de la evangelización en América Latina. Es un ejemplo de "inculturación" y de la "creatividad" de aquellos misioneros para transmitir a Jesús. (Se adjunta como anexo una descripción de la Cruz de Matará y de su historia)

 

Fue tallada probablemente por los misioneros jesuitas o por los nativos de Santiago del Estero (los "Matará") como una manera creativa de inculturar la Buena Nueva entre aquellas gentes que no sabían leer. Al no poder dejarles escritos los Evangelios, se los "escribieron" creativamente tallándolos en una cruz.

 

Para conocer su contenido, se propone la siguiente dinámica de trabajo:

 

-Alfa y Omega: Ap 22,13

-Cruz: Ef 2,16

-Sol, luna, estrellas: Gn 1,16

-Cristo crucificado: Jn 19,18

-Pan y vino: Mc 14,22-24

-Martillo y clavos: He 2,23

-Látigos: Jn 19,1

-Lanza: Jn 19,33-34

-Escalera: Jn 19,38

-Gallo: Lc 22,59-62

-Dados: Mc 15,24b

-María: Jn 19,25-27

-Llamas: Mt 25,41

-Indígena adorando: Sal 29,2

 

 

 

Oración Final: Se reparte a cada participante una "manito" y una "viñetita de diálogo" vacías (como las que se usan en las historietas para escribir lo que dicen los personajes) hechas de cartulina.

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