- CAMINO MISIONERO - - Encuentro Nº 20 - - LAS MISIONES DE LOS GRUPOS MISIONEROS - |
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Objetivo:
Presentar un esquema general de cómo organizan sus misiones los Grupos Misioneros.
Marco Teórico:
Existen diversos esquemas de misión que siguen los Grupos Misioneros, pero todos siguen una serie de pasos comunes, que se enuncian a continuación.
Determinación del lugar de misión
Pre Misión
Preparación de la misión
Envío Misionero
Misión
Post Misión
En el desarrollo del encuentro, se describen ampliamente estos pasos, indicando sus objetivos, metodología y sugerencias.
Motivación Dinámica "El Diario de Matías"
Informar a los participantes que van a leer el "Diario de Matías", un joven que el verano pasado realizó, junto a su Grupo Misionero su primera misión. Solamente que ocurrió un percance: el Diario se cayó y sus hojas se desordenaron. Los participantes deberán leer los trozos del Diario que se entregarán en tarjetas separadas y desordenadas, con la consigna de ordenarlas lógicamente e indicar en qué consiste cada una de las etapas de la Misión que vivió Matías.
El texto del Diario de Matías es el siguiente:
Tarjeta 1:
Querido Diario: ¡Ya se acerca fin de año, y estamos por realizar nuestra primera misión! Carlos, el animador, nos contó que están buscando el lugar donde iremos de misión. Dice que habló con el Padre para que consulte con otros curas amigos que puedan necesitar misioneros en sus parroquias. Dice que hay en algunas partes parroquias inmensas, que abarcan muchos pueblos, y que el Párroco no alcanza a atenderlos todos. Que a algunos pueblos va tan solo una vez al año para la Fiesta Patronal, y a otros, ni siquiera va porque son muy chiquitos y alejados. También nos dijo que preguntemos a nuestros papás si conocían algunos pueblos que pudieran necesitar misioneros, como para ir a visitarlos y hablar con los Párrocos que los tengan a cargo. Parece que hay un Equipo Diocesano de Misiones, que tal vez cuente con información acerca de las zonas en nuestra provincia que pueden necesitar también misioneros, y nos pueda ayudar.
Tarjeta 2:
Querido Diario: ¡Ya tenemos lugar de Misión! Hoy Carlos nos contó que el Padre habló esta semana con el Párroco que tiene en su jurisdicción un pueblito que se llama "Puente Lavayén", que queda en Jujuy. Dice que a este pueblo (que tendrá una cuarenta familias nada más) puede ir muy de vez en cuando, y le vendría muy bien que vayan misioneros. Así que ya contamos con la autorización del Párroco de allá para poder ir de Misión. Parece que como el pueblito pertenece a otra Diócesis, hay que pedir permiso también al Obispo de allá para poder ir. Ahora tenemos que conocer nosotros el lugar y la gente para poder preparar la misión.
Tarjeta 3:
Querido Diario: Ayer hicimos la Pre-misión. Conocimos el pueblo y la gente. ¡Qué humildes las casitas! Las paredes y techos son de caña de azúcar, que es lo que siembran ahí en la zona. Recorrimos todo el pueblo haciendo los mapas para poder organizarnos en las visitas cuando vengamos de Misión.
Conocimos la escuelita donde vamos a dormir. Vamos a tener. conseguir una cocina a garrafa porque la que hay ahí no funciona hace años. Después conocimos la Capilla y un tinglado que hay cerca, donde vamos a poder hacer jugar a los niños y ahí mismo darles la catequesis porque no hay otro lugar.
Charlamos con la gente, como para conocerlos un poco, saber cómo viven, en qué trabajan, cuáles son sus inquietudes: eso nos ayudará para preparar mejor la misión. La gente dice que antes de las ocho y media de la noche no podríamos hacer las Celebraciones de la Palabra, porque trabajan hasta esa hora. Hay un montón de niñitos, y jóvenes parece que muy pocos.
También aprovechamos para avisarle a la gente cuándo íbamos a venir para que nos esperen.
Tarjeta 4:
Querido Diario: Disculpa si en estos días casi ni te abrí, pero es que andamos muy atareados preparando todas las cosas para la Misión. Todavía no conseguimos colectivo. Gracias a Dios, en la Campaña por el barrio nos está yendo muy bien, y la gente nos está dando bastante ropa y juguetes para llevar. ¡Y todavía me quedan como ocho números de la rifa para vender!
Yo estoy preparando con otros chicos la Misioncita. Los más grandes están armando las Celebraciones de la Palabra, porque como el Padre va a ir solo el último día para la Misa de Clausura de la Misión, los otros días tenemos que hacer nosotros las Celebraciones. Otros se están encargando de ver todas las cosas que hay que conseguir: mercaderías para nuestra comida, ollas, la cocinita a gas, las cosas de limpieza, etc.
Todas las noches rezo pidiendo al Espíritu Santo que me ayude y me de fuerzas para esta tareq que se nos viene, y por la gente de allá para que desde ya vaya preparando sus corazones. ¡No veo la hora que llegue el gran día!
Tarjeta 5:
Querido Diario: ¡Ya estamos a un paso! Anteayer me confesé para ir "santito" a la Misión. Esta mañana tuvimos la Misa de Envío. Todos comulgamos juntos. El Padre nos dirigió la palabra diciéndonos que en nombre de Cristo, nos enviaba como miembros de nuestra Parroquia, "más alla de las fronteras" para ser testigos de Jesucristo entre la gente de Puente Lavayén. Después pasamos uno por uno y nos impuso nuestras Cruces o Rosarios Misioneros como símbolo del envío. ¡Mañana nos vamos!
Tarjeta 6:
Querido Diario: ¡La Misión fue fabulosa! Cada mañana nos levantábamos tempranito y a una de las patrullas (estábamos divididos en patrullas de tres) le tocaba preparar el desayuno, después del cual rezábamos y salíamos a visitar a las familias. Cada patrulla teníamos asignada una zona distinta, y durante el tiempo de la misión teníamos que visitar tres veces a cada familia. Nos recibieron bastante bien en la mayoría de las casas, si bien en otras nos sacaron corriendo. Las familias eran muy cálidas y les gustó mucho que los hubiéramos ido a visitar. En algunas pudimos charlar acerca de los temas del kerygma y rezamos juntos, pero no en todas. En otras simplemente charlamos acerca de sus vidas y compartimos un ratito de oración.
Después de la siesta, reuníamos a los chiquitos del pueblo para la Misioncita. ¡Eran cerca de cien! Los hacíamos cantar y jugar. Después los separábamos por edades para la Catequesis. Luego venía la merienda, la oración final, y los despedíamos hasta el día siguiente. El último día les repartimos los juguetes que habíamos conseguido. ¡Había que verles las caritas de felicidad!
Todas las noches a eso de las nueve, llegaba la gente para las Celebraciones de la Palabra. Día a día les fuimos anunciando los temas del kerygma. Al principio eran poquitos y bastante tímidos, pero de a poco se fueron acercando más y al último hasta hacían la mímica de los cantos y todo.
Fueron pocos los jóvenes que se acercaron, pero nos hicimos buenos amigos. Una noche hicimos una guitarreada y otra un campeonato de volley.
También habíamos preparado unos talleres acerca de la Oración, de la Biblia y del Rosario. No fue mucha la gente que vino, pero a los pocos que lo hicieron les gustó. Dos chicas y un muchacho se comprometieron a empezar a realizar Celebraciones de la Palabra todos los domingos así las veces que no hay Misa, la Capilla se abre lo mismo. Ojalá que perseveren, y que la gente participe de las Celebraciones.
La verdad es que fue una experiencia sensacional. Me costó mucho volver. De todos modos le dijimos a la gente que seguro íbamos a hacer dos misiones más en vacaciones y que íbamos a ir algunas veces durante el año para visitarlos. ¡Ojalá que todos los jóvenes del mundo tuvieran la oportunidad de vivir una experiencia tan maravillosa!
Tarjeta 7:
Querido Diario: Ya pasó un mes desde que volvimos de la Misión. Hoy recibimos una contestación a la carta que les enviamos a los chicos en Puente Lavayén. Dicen que recibieron el material que les mandamos y que les está siendo de mucha utilidad. Se sumó una señora para ayudar con las Celebraciones. Parece no van más de tres o cuatro a las Celebraciones, pero ellos siguen perseverando. ¡No es fácil comenzar una comunidad cristiana! Todas las noches le pido a Dios que los ayude a perseverar, y que toque los corazones del resto del pueblo para que se acerquen de a poquito. Creo que el mes que viene vamos a ir un domingo para acompañarlos en las Celebraciones. Yo estaba preocupado porque la Misión se había terminado, pero me equivoqué…. ¡Recién comienza!
Actualización
Al poner en común el trabajo de los grupos, guiados por el animador, se llegará a detectar las siguientes etapas y actividades de la Misión de los Grupos Misioneros (obviamente este es un esquema ejemplificativo, pueden existir muchos otros esquemas, adaptándose a las realidades particulares de cada Grupo y de cada lugar de misión):
1.- Determinación del lugar de Misión (Tarjetas 1 y 2):
Puede ser que el Párroco mismo consiga el lugar mediante contactos con otros sacerdotes conocidos, o puede ubicarse un lugar que algún miembro del Grupo o familiar conozca, o tal vez exista un Equipo Diocesano de Misiones que cuente con información de zonas necesitadas de misión.
En cualquier caso, es imprescindible establecer contacto con el sacerdote que tiene a su cargo el lugar. Todos los lugares, por más lejos que estén, pertenecen a alguna parroquia. El es quien debe autorizar que los misioneros "entren a su territorio", y quien dictará las pautas para la misión. Si el lugar queda en otra diócesis, el obispo de esa diócesis también debe autorizar el ingreso de misioneros.
2.- Pre-Misión (Tarjeta 3):
Antes de comenzar a preparar la Misión, es importante que el Grupo conozca el lugar y la gente, puesto que la Misión no es impersonal, sino que debe ser realizada en base a la realidad del lugar. Para ello, el Grupo o una parte del mismo, vistan el lugar para conocer su realidad.
Conocer el lugar implica conocer la extensión y distribución de los pobladores. Para esto se hacen mapas que servirán para dividir el lugar en zonas que serán asignadas a cada patrulla para ser visitadas. También se busca el lugar donde se alojará el Grupo, viendo qué hace falta llevar, y se ven los lugares donde se congregará a los niños, a las familias, a los jóvenes, etc.
Conocer a la gente, implica conocer su realidad, de qué viven, cuáles son sus necesidades e inquietudes, etc. Todo esto servirá para poder inculturar el mensaje, para prever los horarios de Misas o Celebraciones, para prever qué tipos de actividades se pueden realizar, etc.
3.- Preparación de la Misión (Tarjeta 4):
La Preparación de la Misión implica tanto los aspectos materiales como los espirituales. Existen muchas formas de organizarse para esto. Algunos Grupos optan por dividirse en grupos y repartirse las tareas, por ejemplo: Temática, Liturgia, Campaña (cosas materiales), Trabajo con Niños, etc.
En cuanto a las actividades de la Misión es preciso preparar qué se hará en las casas, y actividades distintas para los niños, para los jóvenes y para las familias. Es importante que todo el Grupo esté compenetrado de la temática de la Misión; los Encuentros previos a la Misión pueden girar alrededor de los temas del Kerygma.
En cuanto a los aspectos materiales, es preciso conseguir víveres para los misioneros, transporte, elementos de limpieza, etc. Si se va a llevar juguetes, mercaderías o ropa para entregar allá, también eso hay que conseguir. Muchos Grupos organizan rifas, lotas, etc. para recaudar fondos, y Campañas recorriendo las casas para recaudar juguetes, ropa, etc.
Es de suma importancia la preparación espiritual de los misioneros. Insistir en la oración grupal e individual, la Eucaristía comunitaria, y una buena confesión como preparación a la Misión.
4.- El Envío Misionero (Tarjeta 5)
Es un signo que siempre se realiza antes de la Misión. Consiste en recibir nuevamente el Envío que Jesucristo hizo a sus Apóstoles el día de la Asunción. Acostumbra a realizarse durante la Misa. Ya sea antes de la Oración de los Fieles o después de la Comunión, el Sacerdote hace pasar a los misioneros, los presenta a la comunidad y los envía en nombre de la comunidad y de Jesucristo a la Misión que van a realizar. Como símbolo, bendice y les impone a cada uno sus Rosarios o Cruces Misioneras (a los nuevos que no tienen todavía su Rosario Misionero puede entregárseles una cruz o medalla provisoriamente).
5.- La Misión (Tarjeta 6)
En la Misión debe intentarse llegar a toda la gente. Para ello se preveen dos tipos de actividades: visitas a las casas y actividades que congreguen a la gente para trabajar con más profundidad. Existen muchas maneras distintas de organizarse en una Misión. Las siguientes son simplemente ideas basadas en la experiencia de alguos Grupos Misioneros.
Las visitas a las casas tienen por objetivo conocer a las familias de una manera informal y llevar el Mensaje a los que no acudirán a las reuniones. En una primera visita, los misioneros se presentan y, en una charla informal, conocen y establecen lazos afectivos con la familia, invitando a las actividades de la misión y quedando de acuerdo para volver en otro momento. En la segunda visita, se busca llegar al tema religioso: a través de una lectura bíblica, un momento de oración compartida, etc. También puede realizarse una bendición de la casa, llevarse una estampita o imagen para la oración, etc. La tercera visita es para despedirse.
Se acostumbra a convocar a los niños a la Misioncita, que consiste en intercalar momentos de juegos, cantos y Catequesis. Se busca adaptar el kerygma al nivel de los niños y transmitirlo de una manera festiva (no como una "clase") y amena. Posiblemente se comparta con los niños la merienda o el almuerzo, dependiendo del horario que convenga en la zona para la realización de la Misioncita.
A las familias se las convoca (si la extensión y distribución de las casas en la zona lo permiten) para Misas o Celebraciones de la Palabra diaria, en las cuales se transmiten los temas del kerygma utilizando lecturas y signos apropiados para cada día. Obviamente, existen lugares de misión que por su extensión (las casas quedan demasiado alejadas) no permiten este tipo de actividad diariamente, en cuyo caso, el trabajo debe centrarse en las casas.
Pueden prepararse también talleres (bíblicos, de oración, etc.) y charlas sobre diversos temas.
Para los jóvenes pueden prepararse encuentros deportivos, guitarreadas, mateadas, charlas, etc., para transmitirles el kerygma de una manera juvenil y adaptada a sus necesidades e inquietudes.
En algunos casos, si en la zona no se cuenta con catequesis, puede prepararse para realizar Bautismos de niños, Comunión y Confirmación de adultos y hasta tal vez Matrimonios. Esto requiere preparar una catequesis breve y concisa, pero profunda.
Es importante al preparar las celebraciones religiosas el prestar especial atención a las devociones populares de la gente: si hay algún santo o devoción mariana propio de la zona, puede realizarse una Procesión con el santo o la imagen de la Virgen.
Todo lo anterior es a título ejemplificativo y para dar una idea. En cada misión en particular, se verán cuáles son las actividades más apropiadas.
Mensaje, Objetivo y Duración de la Misión
El Mensaje en toda misión debe ser Cristocéntrico. Debe presentarse a Cristo como centro de la fe (los temas del kerygma hacen precisamente esto). Un grave error que cometen algunos Grupos Misioneros es llevar su propia advocación de la Virgen o el Santo de su devoción y mezclarlo con el kerygma, lo cual puede llevar a crear confusión en la gente. Repito: el mensaje de la misión debe ser netamente Cristocéntrico: Cristo, único Salvador, Señor y Mesías.
El objetivo último de la Misión es anunciar a Jesucristo e incentivar la formación de una comunidad cristiana en el lugar, si es que no existe, capaz de funcionar sola, aún cuando el Sacerdote no pueda ir muy seguido. Para esto es preciso detectar personas clave que puedan servir como base para la comunidad e incentivarla a asumir un protagonismo en su Iglesia local. Es importante que haya en el lugar una comunidad cristiana viva y orante, que se reúna periódicamente (semanalmente) a rezar, puede ser una Celebración de la Palabra, o el Rosario, etc. Si se encuentran personas con estas características, es necesario darle formación especial para que sean capaces de lograr este objetivo. Si ya existe una comunidad cristiana en el lugar, el objetivo será apoyarla y fortalecerla, incentivando a la gente a sumarse a ella.
Una misión no logra sus objetivos con una sola visita al lugar. Muchos grupos acostumbran a realizar misiones de tres años de duración, durante los cuales realizan en las vacaciones una visita que puede durar desde dos o tres días hasta un mes completo, y visitas más cortas algunas veces durante el año. Obviamente, los frutos no se verán inmediatamente y será preciso perseverar con paciencia y mucha fe hasta que comiencen a hacerse visibles (aunque al misionero no le corresponde verlos).
6.- La Post-Misión (Tarjeta 7)
La Misión no se agota con la misión de verano, sino que recién comienza. Si es que se está armando (o ya existía) una comunidad cristiana local, durante el año, y hasta el próximo verano, es importante acompañar a la gente del lugar, ya sea por carta o por teléfono, viendo cómo sigue e incentivándolas a continuar adelante. También es muy conveniente si se puede realizar algunas visitas durante el año, aunque sea en grupos más pequeños para apoyar a la gente y mantener vivo el entusiasmo transmitido durante la misión de verano.
Oración Final
Invitar a los participantes a rezar los los Grupos Misioneros que están trabajando en misiones, y por la Misión que ellos van a iniciar el verano próximo.
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