6º
Congreso Misionero Latinoamericano 1º Congreso Americano Misionero (CAM 1) |
CONFERENCIAS |
"EL PAGANISMO COMO
PREGUNTA, EL KERYGMA COMO RESPUESTA"
Conferencia de Mons. Luis Augusto Castro Quiroga (Obispo de Tunja, Colombia)
Un cariñoso saludo a todos los niños y jóvenes, llenos de fervor misionero, venidos de tantos rincones de Argentina y de América. He querido resumir cuanto se me ha pedido en el siguiente título:
"EL PAGANISMO COMO PREGUNTA, EL KÉRYGMA COMO RESPUESTA"
El título presenta dos grandes realidades, una que se constituye en desafío o pregunta y es la realidad del paganismo y otra que se presenta como respuesta y es la realidad del kérygma.
Como todo castillo que se respete tiene su fantasma que se oye pero no se ve, así también toda conferencia que se respete tiene sus palabras raras que se oyen pero no se entienden. El kérygma es una de ellas. Cuando lleguen a la casa y digan que les hablaron del Kérygma, los papás quedarán aterrados. Pero ustedes digan: No se asusten, no es tan difícil, ya les explico: Kérygma significa anuncio, el anuncio de Jesús a los demás.
Volvamos a la pregunta.
La pregunta nos pone de manifiesto el grande desafío que tiene la misión en el siglo XXI y la respuesta nos coloca inmediatamente como los llamados a responder, como misioneros y misioneras de diverso tipo, edad y condición.
Los dibujos que ven no son adornos. Ellos representan dos grandes pactos de Dios con la humanidad: El pacto con Adán y Eva y el pacto con Noé. Esos pactos indican que Dios ama a toda la humanidad, a todos los pueblos y a todos los conduce a la salvación.
Los hay santos. El Cardenal Daniélou escribió un libro llamado "los santos paganos del Antiguo Testamento". De estos paganos santos algunos vivieron antes de que fuese formado el pueblo de Dios con la alianza hecha con Abraham.
Abel quien ofreció sacrificios mejores que los de Caín a Dios y fue declarado justo.
Enoch fue hallado digno a los ojos de Dios. Enoch caminó con Dios (Gen 5,22) La carta a los Hebreos lo hace ver hombre de fe. Es fe en la alianza viva de Dios con las naciones.
Noé fue también un santo: encontró gracia a los ojos de Dios (Gen 6,8).
Job es presentado como un modelo de piedad y de justicia. (Job 29,14). Melchisedek fue considerado una de las más grandes figuras no judías del Antiguo Testamento. Era sacerdote del Dios altísimo, el gran sacerdote de la religión cósmica.
Los hay de elevada grandeza moral. Aunque pudiéramos decir que Gandhi fue un pagano, ello no quita nada de su grandeza moral. Fue el hombre de la no violencia. Y lo mismo se puede decir del gran Confucio (551-479 a.C.), ese maestro de sabiduría honrado por los chinos y que ofrecía para curar los males de su tiempo, un retorno a la virtud.
Los hay de mucha caridad, de un exquisito amor. Qué bello recordar algunas figuras de sufíes como Rabí'a Al-Adawiya llamada la segunda María (la primera es la madre de Jesús) que inaugurará en el Islam la vía hacia Dios centrada totalmente en el amor. La vieron correr con un balde de agua y una antorcha encendida para apagar las llamas del infierno y quemar los placeres del paraíso así que se ame a Dios solo por amor, por ser Él quien es.
He insistido en los paganos buenos para que les quede claro que la palabra pagano no tiene nada que ver con el hecho de ser bueno o de ser malo, de ser honesto o deshonesto, de ser creyente en Dios o de no serlo.
Nosotros hablamos de la ación misionera universal de la iglesia, es decir de la misión ad gentes. Es importante anotar que esta expresión gentes significa hoy como ayer, pueblos, culturas, grupos o personas paganos.
Pagano no es un término que tenga que ver con los que están geográficamente cerca o con los que están muy lejos, sino con los que están más allá de las fronteras de la fe en Jesucristo, el Señor. A éstos, sean de la cultura que sean, se les llama paganos.
Sobre los paganos de hoy, nos preguntamos: ¿Son pocos, son muchos? ¿Están en aumento o disminución?
La respuesta la tenemos en los dedos de la mano: Los tres dedos más grandes representan a los paganos de hoy. Son muchos, y están en aumento, no en disminución. Este aumentar lo llamo paganización, el más grande de los desafíos de la misión en el siglo XXI.
Se trata de una paganización de doble forma: Cuantitativa y cualitativa.
Que ésta sea la tendencia más notable y preocupante hoy, es algo reconocido por muchos estudiosos.
Es la más fácil de notar. A esta paganización cuantitativa alude la Redemptoris Missio cuando dice: "El número de los que ignoran a Cristo y no hacen parte de la iglesia está en continuo aumento. Desde finales del Concilio se ha duplicado. Para esta humanidad inmensa, amada por el Padre, que por ella envió al Hijo, es evidente la urgencia de la misión"(RM 3,35,38)
Mons. Marcelo Zago y otros misionologístas con cifras precisas y dicientes ilustran esta verdad:
"Mientras que el Concilio consideraba el número de los no cristianos en cerca de dos miliardos de hombres (es decir, dos mil millones), 25 años después pasan a tres miliardos y medio (3.500.000.000). En Asia la población aumentó en 60 millones de personas desde el 1990. Los católicos en Asia aumentaron sólo 5.334.000."
"A medida que crecen las ciudades, el porcentaje de los cristianos urbanos disminuye. En 1900, los cristianos eran el 68.8 por ciento de los habitantes urbanos. En 1980, el número descendió al 46.3 por ciento. Para el año 2000 el porcentaje será de 46.3 por ciento. Según Barret los no cristianos en las ciudades aumentan uno cada segundo."
"En el año 1990, las megaciudades (más de un millón de habitantes) no cristianas eran 5 mientras hoy son 121 y se presume que para el año 2.050 serán 510.
Las superciudades no cristianas (más de 10 millones) que no existían en 1900, para el año 2.050 serán 180.
Para el año dos mil, el 33.6% de la población estará en ciudades del tercer mundo y de este total (846 millones) estarán en áreas muy pobres o suburbios. En este contexto, no se debe hablar solo de misión urbana sino de misión urbana pobre.
Pero además, un estudio de la Iglesia católica ha mostrado que los jóvenes son los más afectados con el éxodo de lo rural a lo urbano. A ello se añade el número. En África el 60% de la población son jóvenes inferiores a los 24 años de edad.
Evangelizar el mundo del 2000 significa evangelizar las grandes ciudades con una opción preferencial por los pobres y por los jóvenes y los niños.
Desde el punto de vista cualitativo, podemos considerar a los paganos hoy, en tres categorías:
A. Paganos premodernos
B. Paganos modernos
C. Paganos postmodernos.
6.A. PAGANOS PREMODERNOS
¿Cuáles son los paganos premodernos? Son los que vienen desde antes de que tomase forma el mundo moderno. En especial son dos: Las religiones universales y las religiones locales.
A. Religiones Universales
Se trata de las personas, grupos o pueblos pertenecientes a las religiones no ligadas a un lugar específico como puede ser el budismo, el confusionismo, el hinduismo, el islamismo, etc. Se han extendido por casi todo el planeta.
Se trata de personas pero sobre todo de grupos étnicos particulares o pueblos que viven las religiones naturales.
Estas religiones están más condicionadas a lugares y pueblos específicos. Sus vivencias religiosas son de muy diverso orden y de una fuerte carga de afectividad. Tienen, sin embargo, un gran sentido de la presencia del divino en medio de ellos.
6.B. PAGANOS MODERNOS
Se trata de personas, grupos específicos y hasta pueblos que han nacido y se han educado dentro de los marcos de la modernidad excluyendo la fe, dizque porque no es científica y no se puede medir. Estando así las cosas, el nuevo ídolo de ellos se llama el número.
6.C. PAGANOS POSTMODERNOS
Tienen cuatro formas de presentarse.
A. La indiferencia religiosa
La indiferencia religiosa es el vivir sin ninguna inquietud religiosa. El indiferente simplemente prescinde del tema por no considerarlo un valor, por ser algo insignificante para su vida.
La referencia a Dios desaparece de la vida sin colocarse demasiadas preguntas, sin tantos interrogantes, sin escrúpulos ni preocupación. Hay muchas naciones donde la mayoría ha caído en esta indiferencia que no se parece tanto a la muchacha que no se ha enamorado cuanto a la divorciada que no quiere saber más del amor. En nuestro caso, del amor a Dios. El vacío de Dios se llena con otras cosas, con ídolos.
B. La neorreligiosidad
La nueva religiosidad, como por ejemplo la nueva era, es un hundirse en lo más profundo de sí, en el ansia de tener una experiencia intensa de sí mismo. Pero la nueva religiosidad es también muy amiga de la música, muy amiga de la física, muy amiga de la psicología, muy amiga de la meditación, muy amiga de la salud y de muchas cosas más, pero por nada amiga de Dios. Todo se reduce a un encuentro profundo consigo mismo.
C. Politeísmo occidental
Politeísmo significa muchos dioses. Propio de Europa hoy quien para buscar sus raíces va más allá del cristianismo hacia la época de las divinidades paganas y de sus respectivos cultos indoeuropeos.
Pseudo quiere decir falso. Se trata de un cristianismo que solo desea conservar el revestimiento exterior como algo de moda. Qué lindo conservar los conventos pero para que sean museo que recuerde la cultura de otros tiempos, no para que sean centros de oración hoy. Es una reducción del cristianismo a su revestimiento cultural y nada más, sin ninguna vivencia religiosa. Es botar la banana a la basura y quedarse con la cáscara.
Islamización significa crecimiento de los musulmanes o sea del Islam. Le preguntaba a un misionero que trabaja en la Costa de Marfil sobre el proceso de expansión del Islam y me decía que era acelerado, a través de los contextos más populares y utilizando pequeños y numerosos centros de estudio del Corán.
Fuera del trabajo capilar con las miniescuelas coránicas, la propagación del Islam es más bien el resultado de la expansión de los diversos Estados islámicos.
Hay que anotar que el islamismo se identifica con dos proyectos muy claros:
A. El proyecto político: Donde la población es mayoritaria, el Islam busca constituir un estado islámico.
B. El proyecto religioso: Compenetra la totalidad de la vida cotidiana y busca hacer de todo hombre un sometido a Dios, un testimonio de Dios y su lugarteniente en la tierra.
Si la islamización es un gran desafío misionero mundial, no menos lo es la realidad específica de los grandes continentes de Asia y África.
África va adquiriendo cada vez más fuerza cristiana como se ve en sus vocaciones. Por eso, la Redemptoris Missio hace un especial llamado para volver los ojos sobre Asia.
8.A. ASIA
Los motivos son muy fuertes:
En primer lugar Asia tiene hoy la mitad de los habitantes del mundo pero allí el cristianismo es minoritario en grado máximo.
Es el continente cuna de las grandes religiones, incluido el cristianismo.
Tiene una riqueza cultural maravillosa y de ella los asiáticos son fieros.
Hay allí una gran variedad de grupos étnicos y cada grupo étnico es una gran riqueza y originalidad para expresar el evangelio de Jesús.
En Asia se conjugan dos elementos que en otros lugares no van juntos: Pluralismo y armonía.
Asia posee una gran riqueza de espiritualidades o sea de experiencias de Dios muy variadas y genuinas.
Asia está abierta al diálogo interreligioso sobre la plataforma de tantos signos del Reino allí presentes y allí deseados.
Y, en fin, Asia, está esperando un rostro nuevo de la misión, una forma nueva de ser misionero. Y esa forma nueva puede irse gestando precisamente desde América latina, cuyos misioneros con una extraordinaria capacidad de acercamiento a la gente y de sentido pastoral pueden tener una significativa presencia.
Tal vez no han oído mucho esta palabra que viene de globo. Por globalización entendemos la creciente interrelación o sea mezcla de pueblos y naciones, culturas y religiones, debido a los viajes internacionales, a las migraciones a veces forzadas, a las comunicaciones, a los negocios, a los gobiernos. Estos factores unen a los pueblos del mundo, del globo, en formas muy complejas. La paganización puede parecernos un asunto de lejanas tierras, pero la globalización nos lleva a cambiar de idea.
Debido a la globalización, los paganos no coinciden con los continentes ni están lejísimos. Ellos se encuentran también muy cerca de nosotros y esa cercanía desafía nuestra vocación misionera. Es el momento en que podemos proceder con la dinámica de la zorra que empieza llevando la comida a la boca de sus hijitos, luego la deja en la puerta y más tarde la esconde bien lejos para que vayan más allá de la cueva. Los paganos que están a nuestro lado son el primer desafío que tenemos y que nos prepara para opciones misioneras más grandes, más allá de las fronteras culturales.
Kérygma es una palabra griega que, como les dije al comienzo, significa anuncio pero acompañado del propio testimonio. El anuncio era dado por Pedro y los demás apóstoles quienes proclamaban y testimoniaban que "en Jesucristo muerto y resucitado, se ofrece la salvación a todos los hombres"
La misión tiene que ver con algunas realidades importantes que están todas expresadas en el cuadro que ven.
EVANGELIO
En el evangelio de Dios, como lo llama Marcos, podemos identificar tres líneas de fuerza muy profundas como fuente de la misión. Son tres pees: Primado de Dios (todo depende de El), Potencia de la Palabra (no está encarcelada) y Presencia creativa del Espíritu (que empuja a la misión).
LA EVANGELIZACIÓN DE LOS PUEBLOS
La misión de Dios, ese movimiento de amor propio de Dios que envía a su Hijo, se extiende a los hombres, a los discípulos. Y entonces, aparece la evangelización de los pueblos y el envío a esa evangelización: "Como el Padre me envió, así yo también los envío"
La misión pone en camino, en movimiento de amor, un proceso que la Evangelii Nuntiandi llamará complejo, rico y dinámico, con múltiples aspectos y elementos que aparecen desde el día mismo de Pentecostés.
He querido como resumir en ocho etapas este proceso evangelizador. Ellas son a su vez como metas u objetivos de la evangelización de los pueblos.
Primero: Promoción de los valores del Reino: Paz, justicia, fraternidad, mansedumbre, crecimiento, etc..
Segundo: El dialogo interreligioso. Hace parte de la evangelización y está estrechamente relacionado con el anuncio.
Tercero: El primer anuncio. Primero quiere decir fundamental, lo que no puede de ninguna manera faltar. Es nuestra especialidad como misioneros, sean laicos, religiosos o presbíteros y es el tema central de esta exposición.
Cuarto: El dar vida a nuevas comunidades cristianas y llevarlas a una relativa madurez
Quinto: La catequesis. No sobra hacer notar que la catequesis viene después del anuncio, lo presupone y lo ilumina. Catequesis sin anuncio no tiene sentido.
Sexto: La espiritualidad que ha sido el motor de la misión. Toda la historia de la misión ha sido la historia de una espiritualidad vivida más que de una teología de mucha avanzada.
Séptimo: La teología misionera que es hija de la misión. La teología debe decirle a la misión: ¡Ola, mamá!. La teología se desarrolló dando respuesta a las situaciones y problemas que se presentaban en la acción misionera universal de la Iglesia.
Octavo: La liturgia es punto de llegada fundamental de la misión. En efecto, la eucaristía es alimento de la misión y punto de llegada de ella.
Qué importante sea el diálogo lo enseña un maestro que moría. Abría la boca para que el discípulo viera adentro. "Veo lengua pero no dientes". Exacto, decía el maestro. Lo duro se acaba primero. La lengua y el diálogo duran siempre.
El cardenal Francis Arinze quien se desempeñó como presidente del Pontificio Concilio para el Diálogo Interreligioso, nos presenta el diálogo de esta manera:
"Es un encuentro de personas de diferentes religiones en una atmósfera de libertad y de apertura, para escuchar al otro, para entender la religión de esa persona, para buscar posibilidades de cooperación, con la esperanza de que haya en la otra persona reciprocidad".
Es necesario acentuar la palabra reciprocidad, es decir un dar y un recibir. Jesús dice que es mejor dar que recibir. Lo mismo piensan los boxeadores. Pero aquí hay que insistir en el dar y en el recibir. Igualmente, hay que subrayar el escuchar al otro, tarea que a veces es muy difícil.
Cuatro formas de diálogo suelen considerar los expertos sin que ninguna de esas formas sea superior a la otra.
La primera es el diálogo de la vida. Es la relación que se tiene con los de otras religiones en la vida diaria, en el trabajo, en la escuela, en los contactos culturales o comerciales.
Carlos de Foucauld (1858-1916) realizó durante muchos años este diálogo de la vida en medio del pueblo de Tamanrasset, todo él musulmán. Vivió con ellos, vivió como uno de ellos.
La segunda es el diálogo de la acción. Es el diálogo que se vive como cooperación en la lucha conjunta por la promoción humana en alguna de sus formas. El grupo de musulmanes y el grupo de católicos que se unieron en un solo comité para organizar y sostener un centro para los leprosos es un buen ejemplo.
Más de una vez, budistas y católicos se han encontrado codo a codo enfrentando situaciones de hambre y pobreza.
La tercera es el diálogo teológico que tiene lugar cuando los expertos en cristianismo y otras religiones se encuentran para intercambiar información sobre sus respectivos credos. Escuchar y comprender a un nivel lo más profundo posible es el objetivo.
La cuarta es el diálogo espiritual o de las experiencias religiosas. Se refiere a personas profundamente enraizadas en sus respectivas tradiciones religiosas que comparten experiencias de meditación, oración, contemplación, modos de buscar a Dios, etc.
Los monjes benedictinos que se encuentran con los monjes budistas para la meditación es un ejemplo. Chiara Lubich fundadora del movimiento católico de los focolarinos y Nikkyo Niwano fundador de un movimiento budista ( Rissho Koseikai budista) han logrado una enriquecedora comunicación espiritual de provecho para los dos movimientos.
Explosiones se conocen a diario, ya reales ya ficticias como las de las películas. Entre las reales siempre me impresionó la de ese avión de la TWA que explotó en New York. Nunca se supo la razón pero fue tan fuerte que se encontraron restos de avión y de personas muchos kilómetros lejos del lugar de los hechos.
Hay otras explosiones menos repentinas. Por ejemplo, las que suceden cuando se coloca la dinamita en un punto y una mecha muy larga se prende para que vaya avanzando poco a poco hasta la dinamita que cuando recibe el fuego traído por la mecha, estalla y lanza todo lo que hay cerca muy lejos.
Me encantan las explosiones. Pero advierto de inmediato que esas que me apasionan son las explosiones espirituales, no las materiales. Al fin de cuentas también Jesús decía: "He venido a traer fuego sobre la tierra y cuánto desearía que ya estuviese ardiendo" (Lc 12,49-50)
Explosiones espirituales hay muchas y siempre con mecha y todo. ¿Y qué hacen estas explosiones espirituales? Lo mismo que las otras. Si explota dentro de ti primero te pone patas arriba, te descompone todo y luego te lanza lejos porque genera una fuerza que no te deja más estar quieto en un lugar sino sientes que tienes que ponerte en movimiento, en circulación más allá de todas las fronteras que hasta ahora te han limitado.
La vivencia del kérygma es una de esas explosiones.
Estoy seguro de que muchos niños y jóvenes de los aquí presentes han tenido la experiencia de esta explosión espiritual y los ha puesto en movimiento de amor más allá de toda frontera.
El kérygma vivido no es fruto de un mandato, de una explicación racional, de una lección de catecismo.
Es una explosión, que agarra todo mi ser y despierta en mí estupor y perplejidad. Que implica un encuentro vivo, emocionante, de ojos abiertos y de corazón palpitante con el Señor (Juan Pablo II)
Que se vive no sólo personalmente sino también en forma comunitaria. Que pide una acogida de amor y de discernimiento de la Palabra para no confundirlo con mis propias fantasías. Que inicia en mí un proceso vivo, existencial.
Pero fuera de ser un encuentro maravilloso de ojos abiertos y corazón palpitante, es un encuentro que no me deja donde estoy sino que me te lanza lejos.
La misión más allá de las fronteras de la fe o de otras fronteras es parte de esta experiencia explosiva de que estamos hablando.
Los discípulos de Jesús fueron recibiendo de él todas las verdades que encierra esta palabra kérygma. Como esa mechita que va quemando poco a poco, así los apóstoles fueron siendo empapados de la Buena Nueva hasta el día de Pentecostés cuando sintieron esa explosión. ¿Y qué sucedió? Los apóstoles fueron lanzados hacia fuera, fueron puestos en movimiento, fueron empujados, sacados de su encerramiento para anunciar su experiencia con Cristo a todos los rincones. Ellos que habían recibido el kérygma de Jesús, ahora lo comunicaban a los demás. Los discípulos de Emaús recibían de un desconocido la explicación de las Escrituras sobre la muerte de Jesús y su resurrección. La mechita iba quemando y ellos sentían que algo ardía en su corazón. Hasta que llegó la explosión que los puso en movimiento, un movimiento misionero que no pararía más.
Entonces, la vivencia del kérygma puede considerarse con estos pasos: Hay un comienzo. Alguien pone el fuego en la mecha. Ese alguien tiene diversos nombres. Se llama la Palabra que al decir de Jeremías es como fuego (Jer 5,14- 23,29). Se llama el Espíritu Santo y nada de extraño que se halla presentado en formas de lengua de fuego. Se llama el apóstol, el misionero o el testigo, alguien que me habla, que se dirige a mí de manera especial
Hay una continuidad a veces muy corta, a veces muy larga. Es la mechita que va haciendo su trabajo desde dentro. Ese fuego interior lo experimentó dramáticamente el profeta Jeremías: "Decidí no recordar más a Yavé, ni hablar más en su nombre, pero sentía en mí algo así como un fuego ardiente aprisionado en mis huesos, y aunque yo trataba de apagarlo, no podía" (Jer 20, 7-9).
Hay un punto de llegada: Es la explosión en todo su poder; es el ser lanzado fuera, el ser puesto en movimiento misionero.
Isaías después de su experiencia de Dios tan especial y de haber escuchado su palabra: ¿a quién enviaré? concluyó diciendo: "Señor, mándame a mí".
Pedro y los otros se sienten lanzados hacia fuera y capacitados para expresar lo que han vivido de una manera universal, en todas las lenguas.
El punto de llegada, ese lanzamiento con la fuerza del fuego del Espíritu se constituye en punto de partida para llevar el kérygma a los demás, ese primer anuncio a quienes no han conocido a Jesucristo. Por eso, debemos entender el kérygma también no solo como vivencia emotiva y personal sino como lo que se comunica a los demás.
El kérygma es el primer anuncio del evangelio de Jesucristo, Signo, Señor, Salvador y Santificador, enviado del Padre con la fuerza del Espíritu, dirigido al corazón de quien no es cristiano para que en él, por la acción de Dios, surja la fe y la viva comunitariamente.
Podemos decir también que el kérygma es el primer anuncio del Reino. Procedamos por partes:
A. La palabra anuncio indica que el kérygma se parece a ciertos remedios de los que se dice: Tómese únicamente por vía oral. El kérygma es anuncio por vía oral pero también por vía testimonial porque lo que se dice se está viviendo.
La palabra primero indica no algo que se pone al comienzo y luego se pasa a otra cosa y se olvida. Primero quiere decir fundamental, aquello sin lo cual lo demás quedaría en el aire, inutilizado. Para gustar un banquete primero hay que tener vida. Para hacer una casa primero hay que colocar los cimientos.
Cuanto el kérygma busca es generar vida, la vida de la fe.
B. El evangelio de Jesucristo Signo, Señor, Salvador y Santificador. Se trata de cuatro eses. Es el anuncio de Jesucristo vivo signo del amor del Padre que nos amó primero; es la invitación emotiva a acogerlo como el único Señor ante quien toda rodilla se doble, toda lengua proclame(Fil. 2,10) y todo pensamiento se pliegue (2Cor. 10,5). Es la invitación emotiva a acogerlo como Salvador. Así procedía Felipe quien les hablaba a los Samaritanos del Reino de Dios y del poder salvador de Jesús, el Mesías, y tanto los hombres como las mujeres creyeron y empezaron a bautizarse (Hch 8,12).
Es la invitación emotiva a acogerlo como santificador, es decir, como el Mesías que comunica el Espíritu que santifica.
C. Es el anuncio de Jesús, pero es un anuncio trinitario porque se habla de él como enviado del Padre con la fuerza del Espíritu.
D. Y he dicho que es un anuncio y una invitación emotiva y cordial porque se dirige al corazón, a ese centro del ser humano donde se toman las decisiones de amar y servir: a ese centro donde el Espíritu Santo tiene su plataforma de acción, a ese centro desde donde se responde no con ideas sino con amor. Hay que tener puntería, hay que disparar al corazón. No es una invitación a aprender algo con la cabeza sino a decidirse por Alguien con el corazón.
E. Un anuncio vivido comunitariamente. Eso significa que el kérygma no solo da lugar a la conversión de quienes no son cristianos sino también a la fundación de comunidades cristianas porque el anuncio del Evangelio es convocación de toda la humanidad; y en cada una de esas comunidades llamada iglesia se manifiesta la presencia del Espíritu Santo, se vive la participación en el cuerpo de Cristo y se espera su venida gloriosa.
Pongamos el caso ahora de que el organizador del COMLA en un arranque de fervor hubiese querido que se hiciese presente el apóstol Pedro para que presentase el mismísimo kérygma que anunció después de Pentecostés. ¿Qué hubiera sucedido? Sencillamente que nadie habría entendido nada ni por la lengua usada ni por la forma, a no ser que se diese otra vez el milagro de Pentecostés. Pero la verdad es que no hay necesidad de milagro.
Esto significa que el kérygma que nos llega a nosotros no es el mismo anunciado por Pedro por primera vez, que se parece el pan calientico que sale del horno, sino que ha pasado de mano en mano, esto es, ha sido transmitido desde él hasta hoy por sucesivas generaciones. Se parece más al pan que nos llega a la mesa y que pasó por el panadero, el despachador, el tendero, la señora que lo compró y finalmente quien lo pone en la mesa. Ya San Pablo decía que él transmitía lo que había recibido. El kérygma nos llega transmitido.
Pero en ese pasar de unos a otros, cada uno deja algo, una comprensión mayor del kérygma. Y por eso, del kérygma sabemos más nosotros que los primeros cristianos. El asunto es que cada uno, por enano que sea, se sube sobre los hombros de los predecesores y puede ver más lejos. El kérygma transmitido nos llega enriquecido no porque se le añadan cosas sino porque se descubren dentro del mismo.
El kérygma, además, nos llega traducido a nuestra lengua y a nuestra cultura en forma muy familiar.
Les cuento que un niño le preguntó al catequista: ¿Es pecado tirarle la cola al gato? El catequista respondió: No estoy muy seguro, pero la Biblia dice que no se debe separar lo que Dios ha unido.
No se debe separar vivencia del kérygma y compromiso misionero. Son dos realidades que van juntas y su separación es una deformación eclesial. San Pablo anota en su carta a los romanos que Dios da la gracia y el apostolado (Rom 1,4).
Y no se puede separar tampoco el anuncio de la catequesis porque el anuncio es la vida y la catequesis es la comprensión de esa vida. Pero si no hay vida, nada se comprende.
Acentuar la catequesis y toda la pastoral pero olvidar el kérygma es como repetir el gesto de nuestros indígenas precolombinos que cuando alguien moría lo enterraban y colocaban sobre la tumba una gran cantidad de comida. Es obvio que esa comida se perdía porque el muerto no se levantaba de noche a comérsela.
Para comer todo lo que la Iglesia ofrece con su pastoral hay que estar primer vivo y esa vida que se llama fe requiere el primer anuncio, el kérygma: ¿Cómo creerán en él si no les ha sido anunciado? En definitiva, la fe surge del anuncio y el anuncio se verifica mediante la Palabra de Cristo (Rom 10, 14.17).
El kérygma no solo nos hace discípulos de Cristo sino que nos mueve a ir hacia los demás para que también ellos acojan a Jesucristo. Un cristiano es un discípulo que hace discípulos.
Hacer discípulos es el gran mandamiento misionero que Jesús nos dio con la fuerza de su resurrección cuando nos dijo:
Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos y bautícenlos para consagrarlos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo (Mt 28,19).
Déjenme terminar contándoles que al primer ministro de Inglaterra Oliverio Cromwell se le acabó el metal con que se hacían las monedas. Así que estaba en un gran problema. Ordenó a sus súbditos que fuesen por todo el reino buscando este metal. Los súbditos fueron y regresaron diciéndole: ése metal sólo lo encontramos en las iglesias. Hay muchos santos hechos con ese metal. Cromwell entonces dio la orden: "Derrítanse los santos y pónganse en circulación".
América latina tiene muchos santos, gente buenísima, maravillosa. Les falta sólo una cosa: que sean derretidos con el fuego del Kérygma y sean puestos en circulación misionera. Ojalá el COMLA VI contribuya a esta CIRCULACIÓN UNIVERSAL.
Y ojalá después del COMLA no haya niños ni jóvenes que se parezcan al perrito enjaulado en la bodega del aeropuerto el cual se comió la tarjetica y no se sabe ni quién lo envió ni para dónde lo envió ni por qué lo envió. Todo niño y todo joven debe saber que es un enviado y enviado por Cristo a sus hermanos que no creen en El.
Mons. Luis Augusto Castro Quiroga.
Arzobispo de Tunja - Colombia