6º
Congreso Misionero Latinoamericano 1º Congreso Americano Misionero (CAM 1) |
COMISIÓN PARA LA MISIÓN
EN EL MUNDO
Informe preliminar para el COMLA 6 - CAM 1, verano 1998
La comisión se ha centrado particularmente la preparación de los talleres "Formation for Mission" en orden a ser presentados en los seminarios de Estados Unidos. Actualmente se está desarrollando la preparación de un proyecto que será presentado en enero de 1999. Luego de la apropiada revisión del primer taller, diferentes grupos estarán situados en distintos lugares a fin de proporcionar el taller en las diversas partes de nuestro inmenso país. Es claramente esperado que el hecho de inspirar a los jóvenes seminaristas con el amor por la misión de Cristo, habrá de vivificar a toda la Iglesia en razón de este importante trabajo.
Aproximándose al Milenio, el común de los católicos en Estados Unidos, está empezando a estar más consciente de su llamado bautismal a ser misioneros. Hay un renovado entusiasmo por ambas cosas, la evangelización en los Estados Unidos y la actividad misionera dentro y fuera de los límites del mismo. Muchas nuevas empresas han sido iniciadas en los últimos años. Estas incluyen el creciente fenómeno llamado "twinning" que consiste en que una parroquia o diócesis de Estados Unidos, emprende al mismo tiempo una misión parroquial o diocesana tanto dentro como fuera de EEUU. Este esfuerzo coloca a las Parroquias y a la gente en una relación personal con la misión, mientras que se envían voluntarios o misioneros en todas las direcciones por distintos períodos temporales. Cuando las relaciones son verdaderamente mutuas, se convierten en una bendición tanto para la misión de la Iglesia como para la parroquia americana enriquecida con la experiencia de una "misión recíproca" ("reverse mission"). La presentación directa a otros individuos católicos y la expresión de su fe ayuda a los católicos de EEUU. a valorar otros pueblos y culturas. El resultado es que muchos inmigrantes en los EEUU son en consecuencia "no ya forasteros y extraños", sino hermanos y hermanas en Cristo.
Además, existen muchos esfuerzos de presentación en lo que respecta a la inserción y misión. Establecimientos educativos de nivel secundario y terciario, especialmente los que son conducidos por congregaciones religiosas, proporcionan programas en los cuales se exponen las actividades misioneras para los jóvenes a quienes ellos educan. Las experiencias duran de diez días a seis u ocho semanas. Mientras esto no parezca un largo periodo temporal, los jóvenes son particularmente tocados por lo que ellos experimentan y esto los cambia radicalmente. Esto imprime en sus conciencias una perspectiva misionera, una visión global del mundo, y una apertura a otros pueblos.
Los agentes misioneros de las principales Iglesias Cristianas en EEUU, sostuvieron un diálogo bajo el titulo de "Common Witness" en mayo de 1998 a fin de considerar los temas comunes de evangelización, servicio y misión. Esta reunión ecuménica debatió acerca de las actividades misioneras a realizar en el presente y futuro, centrándose en aquellos esfuerzos que podrían ser promovidos conjuntamente. Los participantes pudieron afirmar claramente "el llamado de Dios a los seguidores de Jesús a anunciar el Evangelio y a dar testimonio en el mundo a través de la atención de aquellos que están oprimidos, marginados y desprovistos de su dignidad y las necesidades básicas de la vida"
Nuestros católicos en Estados Unidos continúan siendo generosos con las misiones. "The Society for the Propagation of the Faith" (SPF) y "The Holy Childhood Association" (HCA) continúan sobresaliendo bajo una misma visión sobre la misión en los EE.UU. La SPF está a cargo de la más amplia tarea de promover la misión. A través de una cadena de directores de la SPF en cada diócesis, la Sociedad coordina la colecta dominical para la misión en el mundo. La SPF coordina también el Plan de Cooperación Misionera según el cual los misioneros tienen a cargo las homilías de fin de semana y recaudan fondos para sus empresas misioneras. La HCA trabaja primariamente con las escuelas de niños de menor edad. Los esfuerzos se centran en niños, ayudando niños con gran énfasis en la misión de la catequesis para jóvenes. A través de la participación en proyectos a lo largo del año, los adolescentes se presentan ante otras personas y culturas y pueden compartir los dones que Dios les ha dado en los niños a lo largo del mundo.
El estímulo por la misión continúa a fin de ser un mayor desafío en nuestra sociedad secularizada. Somos miembros de una Iglesia universal y debemos asistir a todo el Cuerpo de Cristo. Esto puede ser logrado solamente h~ciendo tomar conciencia a nuestros fieles de esta realidad e involucrándonos en la tarea de llevar el mundo que nos rodea hacia Cristo. La misión de Cristo encomendada a cada uno de nosotros debe continuar siendo presentada en forma
atractiva. La importancia que Cristo le da a la salvación (del alma) debe ser articulada más claramente tanto en nuestra propia casa como en el exterior.
Somos conscientes del contexto de un cambio radical en la misión. Muchas de las clásicas tierras de misión, son ahora los lugares desde donde se envían misioneros. En los EE.UU. unimos a las iglesias de muchos países en misión hacia unos y otros. Sabemos, por ejemplo, que ahora hay misioneros de Chile trabajando en parroquias hispanas de EE.UU., misioneros de Filipinas en África, y misioneros de Brasil en Europa Oriental. Misioneros de EE.UU. están involucrados en el trabajo con misioneros de otros países y culturas. En este país hay también un significativo esfuerzo por la educación para religiosos y sacerdotes de países de misión. Muchas congregaciones de religiosas emplean gran parte de su capital en la educación y formación de hermanas indígenas. Del mismo modo, las congregaciones masculinas y muchas diócesis de EE.UU. están solventando los esfuerzos para educar sacerdotes de países de misión en los EE.UU~ o para enviar personal a las áreas de misión para enseñar y proporcionar formación. La presencia de estos formadores americanos en otros países, nos ayuda a mantenemos conscientes del llamado a ser misioneros de la Iglesia universal.
Mientras nos acercamos al nuevo Milenio, hay todavía más de 4.000 misioneros de EE.UU. asistiendo en Iglesias locales con obispos locales. Los largos viajes del Santo Padre y la visión de personas como Madre Teresa, han ayudado a promover un crecimiento en la concientización acerca de otras personas en el mundo, sus dificultades y necesidades de un sostenimiento en lo que hace a lo financiero, al desarrollo y a la vida espiritual. Además, la integración de los cinco aspectos de la evangelización (proclamación del evangelio, testimonio y diálogo entre los no cristianos, diálogo entre los cristianos, lo que se refiere a la dignidad de la persona humana y el trabajo de caridad y justicia, todo fundamentado en una oración y vida litúrgica vigorosas) es muy importante en este momento de la historia. En razón de que el llamado del Papa Juan XXIII de 1961 a los EE.UU. para enviar misioneros a Latinoamérica, aún tiene gran influencia; en consecuencia, el movimiento misionero norte y sur permanece todavía siendo una característica dominante. Muchas diócesis han establecido durante largo tiempo misiones fuera de EEUU. (particularmente en Latinoamérica). Hubo también muchos sacerdotes diocesanos que estuvieron sirviendo en misiones diocesanas a través de "Saint James Society" a todo el mundo.
El esfuerzo misionero en EE ÚU. parece estar gozando de una nueva vitalidad con el advenimiento del Milenio. Los obispos están iniciando nuevos esfuerzos de colaboración, posiblemente coapadrinando el "Mission Cóngress 2000", junto con la "United States Catholic Mission Association, Conference of Major Superiors of Men, Leadershíp Conference of Women Religious, and the Catholic Network of Volunteer Service.
Vemos también con agrado nuestra participación en el próximo Congreso Misionero como fruto del Sínodo de América. Confiamos todos nuestros esfuerzos misioneros a la Santísima Virgen de Guadalupe, Patrona de las Américas y Madre de la Iglesia.