LA PASTORAL MISIONERA JUVENIL

Dentro de la evangelización, podemos decir que la Pastoral Misionera es el servicio de evangelización que presta la Iglesia Católica en el mundo entero para animar, sensibilizar, concientizar y formar misioneramente a los cristianos para que realicen eficazmente su misión local y universal. PUESTO Y SERVICIO DE LA PASTORAL MISIONERA DENTRO DE LA EVANGELIZACION LOCAL Y UNIVERSAL La evangelización cumple tres tareas al servicio del Reino de Dios: a.- Anunciar a Jesucristo, único Salvador. b.- Formar y ayudar a madurar las comunidades cristianas, y, c.- Realizar una auténtica promoción humana con la vivencia de los valores evangélicos (cf RM 30). Dentro de estas tareas evangelizadoras, la pastoral misionera anima, sensibiliza, concientiza y forma el espíritu misionero universal de los cristianos para que realicen eficientemente su misión local y universal. Seguramente por esta razón, se le recuerda permanentemente a cada Iglesia particular que la animación, formación, comunión y cooperación misionera (pastoral misionera) han de ocupar el puesto central dentro de la pastoral diocesana (cf RM 83). También esta pastoral debe ser prioritaria para cada persona y para cada comunidad local. La evangelización es un proceso dentro del cual se integran varios pasos, medios y actividades. Este proceso, según Evangelii Nuntiandi y Redemptoris Missio sigue los siguientes pasos: a.- Comienza con el testimonio evangelizador b.- Luego se hace el anuncio de la "Buena Nueva" c.- A continuación la conversión y crecimiento en la fe d.- La vivencia comunitaria eclesial y, e.- El compromiso evangelizador o misionero. La Pastoral Misionera trata de dinamizar y operativizar todo este proceso evangelizador para que llegue al quinto paso: al compromiso misionero. Los horizontes de la misión son universales (cf RM, cap IV), por mandato del Señor Jesús, que nos pide "ir hasta los confines de la tierra" ( Mt 28,20), razón por la cual, la evangelización debe llegar a todos los hombres y mujeres, hasta las raíces de sus culturas, en todos los tiempos, en todas partes. Por ello, ha de atender las diversas situaciones que se presentan: - La de los que no han recibido el primer anuncio ( misión ad gentes) - La de los cristianos no católicos ( ecumenismo) - La de los católicos alejados ( nueva evangelización), y, - La de los católicos practicantes (atención pastoral). Respecto a cada una de estos situaciones, la Iglesia ha de realizar su misión con actividades y medios adecuados. La pastoral misionera ha de estar activamente presente en todas y cada una de las situaciones y formas de evangelización: - En la "atención pastoral" de los católicos para ayudarlos a que realicen su misión local y universal, a favor de los no cristianos. - En la "primera evangelización o primer anuncio" que se realiza a los no cristianos, para ayudarlos, desde el principio, a comprometerse con un cristianismo que de testimonio auténtico de Jesucristo, anuncie su evangelio, acompañe a otros en su camino de conversión, viva y celebre comunitariamente su fe, y, ayude a que otros también realicen su compromiso misionero de salir a evangelizar a todas las gentes (cf Mt 28, 19-20). - En la Nueva Evangelización: es la misión la que renueva la identidad cristiana e inspira y sostiene la nueva evangelización (cf RM 2), ayuda a que los cristianos asuman y cumplan su compromiso misionero de vivir y comunicar el Evangelio en su comunidad y en la evangelización universal. AREAS DE LA PASTORAL MISIONERA La Pastoral Misionera se realiza mediante cuatro servicios y medios que se son complementarios entre si: 1.- Animación Misionera Trata de despertar, avivar y sostener en los jóvenes el espíritu misionero universal. Los medios que se utilizan son: la oración, la información misionera, la motivación misionera, los encuentros, el asocianismo misionero, el servicio misionero y el acompañamiento misionero. La Animación Misionera con jóvenes está definida como: - Un conjunto de actividades que realiza el joven con el fin de formar e informar a otros jóvenes para la misión. Despierta la conciencia misionera manifestada en un compromiso con el anuncio del evangelio. - Es un auténtico servicio que lleva al cristiano a dar razón de su esperanza ( Puebla 20, 348, 1097 y 1127) - Se ubica en el área educativa, ya que, es parte fundamental de la evangelización ( Puebla 1013) - Es tomar conciencia que la vocación cristiana es un compromiso con la misión universal. Es un ministerio porque el animador y el adolescente misionero prestan un servicio donde quiera que vaya: servicio y apostolado son sinónimos de urgencia misionera. - Es suscitar el espíritu de colaboración con y para los que todavía no conocen a Jesucristo. "Nosotros somos responsables si a un solo misionero le falta los medios necesarios que nosotros podríamos facilitarle para su trabajo evangelizador…" (Benedicto XV). - La animación misionera es urgente porque cada vez más la Iglesia asume responsabilidades que la conducen a dar respuestas concretas urgentes desde el evangelio. - Es despertar, avisar y sostener el espíritu misionero universal. Finalidad de la Animación Misionera Impregnar la Iglesia del espíritu de solidaridad, que hace de ella una auténtica comunidad de creyentes. Frutos de la Animación Misionera Como todos los cristianos debemos tomar parte activa, consciente y responsable en la misión eclesial, los frutos de la Animación Misionera se perciben como una consecuencia lógica de esta pertenencia. Los frutos son: - profundización del Evangelio - colaboración espiritual y apostólica - promoción de vocaciones misioneras - cooperación económica a comunidades pobres. Dado que la Animación Misionera es un ministerio, un servicio exigido por el mismo carácter de la Iglesia, ministerio que no brota solo de la misma comunidad, sino que la ayuda en su realización integral, la primera beneficiaria es la misma comunidad. La metodología de la animación prevé: - Buena Información: que consiste en conocer las necesidades para ayudar a despertar el interés por la realidad misionera del mundo. - Espiritualidad: La mística y la ascética son los elementos centrales de la animación misionera; si falta la mística no tiene alma y si falta ascética no tiene cuerpo. - El Compromiso: el comprometerse con la misión es algo que no se puede improvisar, sino que es un proceso de oración, estudio, reflexión, etc. La Pastoral Misionera se empeña en dinamizar todo el proceso evangelizador y colabora para que de este trabajo salgan los apóstoles de hoy que transforman con la gracia del evangelio, las estructuras de pensamiento de cada ser humano y de cada cultura. 2.- Formación Misionera La formación misionera es un proceso de maduración que incluye crisis, renovación y exigencia de profundidad. La Iglesia pide formarse a la vez en las cosas divinas y en las cosas humanas. La misión evangelizadora exige una seria y continua formación que no puede reducirse a lo intelectual sino que se extenderá a todos los aspectos de la vida (Puebla 719) Fundamentos Cristológicos Por medio de la formación los jóvenes llegan a vivir y a sentir como Cristo porque: - Jesús es fuente y modelo de la tarea misionera. - Formó discípulos en pequeña comunidad.. - Dictó cátedra de manera explícita y gradual. - Exige escucha a su palabra - Pide testimonio de vida y respuesta absoluta. Fundamentos Eclesiológicos La Iglesia se preocupa por ofrecer los fundamentos básicos, modernos, teológicos, metodológicos, etc; al respecto , dice que: - Es un derecho y un deber, no un privilegio (C.F.L. 63) - Es urgente formar agentes pastorales competentes e inculturados (E.A, 64) - Es obra de la Iglesia local, es apoyo misionero (RM 83) - Ver, juzgar y hacer todo a la luz de la fe (A.A 29 y 30) - Es participación en la misión eclesial ( L G 33) Grados de la Formación Misionera La transmisión de la fe es, ante todo, el anuncio de Jesucristo para llevar a la fe en Dios. Desde el principio los primeros discípulos ardieron en deseos de anunciar a Cristo. " No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído" (Hch 4,20). La formación misionera tiene sus procesos: - Es inicial: Se le llama a sí, al primer signo de entusiasmo cuando se desea servir aún sin comprender a fondo el desafío misionero(Lc 5,1-11). Hay mucho entusiasmo y ganas de hacer algo. - Es Complementaria: Es no contentarse con lo poco, sino ir siempre con el Maestro hasta llegar a evangelizar como El (Mc 3,13) - Profesional: Consiste en pasar de la ignorancia absoluta al conocimiento gradual, hasta adquirir nuevas experiencia (Jn 21,15) - Permanente: Es pasar de la fascinación misionera al realismo de lo ordinario de la acción apostólica (Hch 17,22-33). Pedagogía de la Formación Misionera La formación tiene una pedagogía que se traduce en compromiso cuando: - Pasa del protagonismo personal al protagonismo del Espíritu Santo (Jn 15,26) - Pasa del activismo a la dimensión contemplativa (Mt 17,20) - Pasa de las continuas revisiones a una enseñanza constante y bien programada, es decir, mística y ascética (Mc 6,7). Conclusión: Quien trabaja con jóvenes debe: - Ayudarlos a pensar en el futuro: Orientarles en el presente e invitarles a hacer esfuerzos en el trabajo de cada día, para que descubran los caminos que les permitan realizarse como personas, cultivando pacientemente las cualidades y pensando en el modo de hacerlas provechosas en sus porvenires. - Ayudarlos a servir a los demás: El adolescente tiene, con nuestra ayuda, que salir de si mismo, incluso de sus propios gustos e inclinaciones, aunque le cueste el sacrificio. El hecho de ayudar a otras personas le permite madurar más rápidamente y mejor. - Ayudarles a cultivar los valores: Es el mejor modo de dar sentido a las utopías (sueños) que espontáneamente surgen en la vida de los adolescentes; debemos tratar de orientar los pensamientos hacia riquezas interiores que elevan la sensibilidad, proyectando la personalidad hacia lo que está más allá de los sentidos. Esto ayuda a que los adolescentes hagan la "Escuela de amor con Jesús" y, así tengan criterios, mentalidad y corazón misionero, como Jesús. 3.- Comunión Misionera La comunión eclesial y la ayuda recíproca son el retorno a los ejemplos de la Iglesia primitiva donde todos vivían unidos, tenían un solo corazón y una sola alma ( Hch 2,44). Con esta afirmación, se indica la vivencia de la fe de los apóstoles en Jesús, fue en esa comunión fraterna donde aprendieron sus enseñanzas y luego salieron a evangelizar en su nombre, conforme al envío y al poder que El les dio. Fundamento Teológico La comunión tiene su origen en la Trinidad: Dios es misión y comunión. La Trinidad se dona recíprocamente formando la perfecta unidad. Cristo es realización perfecta, porque es comunión con el Padre, el Espíritu, y con todas las personas. El Espíritu Santo es un don de Cristo resucitado, enviado desde el seno Dios Padre. Fundamento Antropológico Los seres humanos no pueden subsistir sino en comunión con los demás porque Dios los creó: -en amistad con su creador - en armonía consigo mismo -en solidaridad con los demás. Fundamento Eclesiológico Misionero El origen trinitario de la Iglesia, brota espontáneamente de la afirmación que hace el Concilio Vaticano II: " La Iglesia es como un sacramento, un signo de unidad; es la restauración del proyecto de Dios" (LG 1 GS 45) La comunión eclesial se revela en la colaboración de todos porque todos somos profetas, y ser profeta es sinónimo de servicio. La comunión es el nombre contemplativo de la misión y la misión es el nombre activo de la comunión y el cúlmen de la comunión es la Eucaristía. Componentes de la Comunión La comunión, para que sea al estilo de Jesucristo, debe ser presentada como una vivencia de: - Testimonio coherente: manifiesta el impulso espiritual - Diálogo fraterno: proyecta más allá de las propias fronteras - Inculturación: Todo grupo tiene valores culturales, en donde están presentes las semillas del Verbo - Inserción: dinamizar la fraternidad, la pastoral de conjunto. - Evangelización explícita: proclamar desde el Evangelio. - Ministerio profético: Anuncio de Cristo y denuncia de su ausencia del mundo, invitación a la conversión, congregación de la comunidad, actuar con prudencia y astucia como Juan Bautista y ser portavoz de la paz y la verdad. La comunión misionera promueve entre los adolescentes la práctica de lo aprendido, y de esta manera ayuda a: - utilizar adecuadamente los recursos disponibles para el servicio misionero - integrar bien la vida y los servicios tanto de los adolescentes como de sus animadores en la comunidad eclesial. Para ello se forman grupos o movimientos misioneros y se realizan diferentes actividades de integración comunitaria y misionera. 4.- Organización y Cooperación Misionera. La Organización Misionera La organización misionera promueve la creación de organismos adecuados para la puesta en marcha de la pastoral misionera. Debe involucrar a todas las personas, proveer los diferentes servicios y organizar los diferentes recursos y materiales. Dentro de la organización están todas las estructuras mínimas que favorecen los procesos de animación, formación y cooperación misionera, por esa razón, es necesario integrarse en la Pastoral misionera para beneficiarse de los servicios que ofrece, y aportar lo que sea necesario para que cada día sea mucho mejor para el caminar de la Iglesia Universal Modalidad La Iglesia realiza su misión a través de todos sus miembros y de acuerdo al lugar que cada uno ocupa: jerarquía, ministerios, apostolado. Lo hace en la predicación, los sacramentos y el testimonio. - La forma privilegiada de la organización es la caridad. - La Santísima Trinidad es modelo de organización. - La Iglesia Misionera tiene una organización propia a través de las Obras Misionales Pontificias. Cooperación Misionera. Es la participación concreta del adolescente en la misión universal de la Iglesia; participación que se hace principalmente a través de la oración, el sacrificio, la ayuda económica, la promoción de vocaciones misioneras y el envío de misioneros. " La participación en la misión universal, no se reduce a algunas actividades particulares, sino que es signo de la madurez de la fe y de la vida cristiana" (RM 77) Formas de Cooperación Por eso, ayuda a que cada adolescente realice los aportes misioneros necesarios que le corresponden en su comunidad y , a favor de la evangelización universal, especialmente de la "misión ad gentes". Esta cooperación se realiza de varias formas: - Cooperación espiritual: con el ofrecimiento de la propia vida cristiana (testimonio), la permanente oración por las misiones y la ofrenda de los propios sacrificios, uniéndolos a los de Jesús por la salvación de toda la humanidad. - Cooperación material: con la "ofrenda" económica o con otros bienes materiales, para que los misioneros tengan con que atender sus necesidades y la de los pueblos con los que trabajan. También podemos colaborar directamente en el caso que un misionero llegue al lugar en el que nos encontramos - Cooperación con servicios misioneros: Dios no solo necesita nuestras ofrendas sino que necesita nuestras personas, nos necesita a cada uno de nosotros como misioneros, además necesita que promovamos las vocaciones misioneras. - Disponibilidad de servicio: Colaborar en sitios de misión durante los períodos de vacaciones o colaborar con el envío de misioneros. - Cooperación por correspondencia: manteniendo comunicación constante con los misioneros ad gentes, para que sientan que no están solos en su tarea evangelizadora. LA ESCUELA CON JESUS PARA LOS JOVENES La Escuela con Jesús para los adolescentes es un camino que nos lleva a ser discípulos y hacer discípulos para El. Dentro de nuestro caminar misionero se recorre este camino, se hace Escuela con Jesús. ESCUELA Evoca el sentido evangélico de la palabra Maestro – Discípulo, vivido por los primeros discípulos en contacto con Jesús. En esta escuela se favorece un ambiente en que jóvenes, discípulos privilegiados de hoy, experimentan de cerca la presencia de Jesús en sus vidas, en la de sus familiares y amigos, en el colegio, comparten con El su amor y amistad, escuchan sus palabras, encarnan sus enseñanzas y, sobre todo entran en comunión e intimidad con El, no solo a nivel personal sino, sobre todo comunitario. En esta Esuela los adolescentes hacen camino para encontrarse con Jesús, con ese Jesucristo vivo que está a la espera de cada uno de nosotros. CON JESUS Implica establecer una relación muy cercana e íntima entre los adolescentes y Jesús, se encuentran con Jesucristo vivo, por esa razón, se inculca por medio de la formación, organización y espiritualidad misionera, que los adolescentes involucradas traten cada día de: 1.- Vivir con y como Jesús. 2.- Caminar unidos a El. 3.- Dar testimonio de El. 4.- Dar la vida con El y como El. UNA ESCUELA DE AMOR Jesús trató y amó a cada discípulo desde su propia realidad. Primero entró en el corazón de cada uno y se hizo su amigo. Su presencia fue siempre amorosa, la del amigo que se da a conocer y que conoce. La actitud del mejor amigo que no busca ser servido sino servir a los que ama. El estilo de amar hasta el extremo de dar la vida por los amigos. Esa es la actitud de amigo con la que Jesús ama y enseña a amar. Los Apóstoles perciben el amor de Jesús y se sienten llamados a amarlo. Eso fue lo que les pasó a los dos discípulos que fueron, vieron y se quedaron con Él, fue una opción para toda la vida y además llamaron a otros a que vivieran esa misma experiencia, por ejemplo Simón Pedro, fue llamado por sus amigos a participar de esa experiencia de amor y amistad intensa que ofrecía Jesús. Esa Escuela que fundamenta todo en el amor es la que ofrece la verdad que nos hace libres. Después que Jesús se hace amigo, ofrece su enseñanza con sus obras, su vida y sus palabras. Los Apóstoles reciben del amigo esa enseñanza y quieren asemejar su vida con la del Maestro. Esa es la Escuela que enseña a amar y a ser amado. Así los Apóstoles y nosotros, los jóvenes, los adolescentes, los niños y niñas, aprendemos lo más importante del Reino de Dios y logramos capacitarnos para ser misioneros del amor. EN LA ESCUELA CON JESUS NOS HACEMOS MISIONEROS Ser misioneros implica dar los pasos que el Señor quiera, en la dirección que quiera, con las personas que Él quiera, hasta donde Él quiera y para lo que Él quiera. Por tanto, Jesús espera que vayamos en su nombre, a llevar su mensaje a nuestros hermanos, el ideal y la meta de esa misión encomendada es la de cooperar con Jesús para que su Reino crezca en nosotros y en el mundo entero. Si la misión de Jesús consistió en ser salvación de Dios para los seres humanos, los discípulos no son otra cosa que los canales por los cuales fluye esta salvación. Nuestra misión no puede ser otra que la de extender la obra salvífica de Cristo. Hemos sido llamados a "Trabajar en la viña del Señor", la empresa más maravillosa de este mundo La Infancia y Adolescencia Misionera nos invita a vivir y sentir el discipulado con Jesús y a profundizar en su amor. Conscientes de compartir este gran amor con los demás, con los de aquí y con los de allá, podremos crecer cada día en el espíritu misionero universal. En la Escuela con Jesús, desde la realidad de animadores y asesores de los adolescentes tenemos la hermosa tarea de transmitir amor, para que el amor de Dios se haga presente en ellos y en todos los pueblos y culturas. En la Escuela con Jesús nos hacemos más misioneros cada día porque estamos dando los pasos que el Señor quiere, en la dirección que quiere, con los adolescentes que el quiere, hasta donde el quiere y para lo que Él quiere. CONTENIDOS DE LA ESCUELA CON JESUS Los contenidos son los siguientes: 1.- Catequesis Misionera 2.- Espiritualidad Misionera 3.- Servicio Misionero 4.- Comunión Misionera Veamos en que consiste cada uno de estas: 1.- CATEQUESIS MISIONERA Lo desarrollamos en el primer encuentro con los adolescentes misioneros, es decir, en la primera reunión que hagamos con ellos. En este encuentro los adolescente aprenden a conocer y profundizar los elementos básicos del ser misionero. Escriben, ilustran, sacan conclusiones, memorizan los mensajes principales. Es un encuentro de reflexión y de estudio para escuchar y comprender lo que Dios nos comunica para nuestra misión. La Catequesis misionera se propone lograr que los adolescentes conozcan y sientan íntimamente a Jesús y en El comprendan su misión universal. La temática debe responder al qué y, al por qué de lo que Dios nos propone para la Misión evangelizadora universal. Los contenidos que se toman para los encuentros de catequesis misionera comprenden los aspectos básicos de la misión de Jesús, la misión de la Iglesia y la misión de los cristianos en el mundo. Así, conforme a las características propias de la edad, desde los 13 hasta los 15 años, los adolescentes van recibiendo una catequesis misionera sistemática y progresiva. Los temas no se repiten en las próximas catequesis, ni en los encuentros de espiritualidad, servicio y comunión misionera. En estos se hace la asimilación vivencial y la proyección de los contenidos recibidos en la catequesis misionera. Sugerencias metodológicas para la catequesis misionera: Cada encuentro tiene su novedad; y cada cuatro reuniones se inicia una nueva unidad temática según el plan de formación. En cada catequesis misionera, la dinámica se configura en torno a la Palabra de Dios, que se escucha, reflexiona y se proyecta siempre a la misión. En estos encuentros podemos usar los esquemas de catequesis misionera con diversas técnicas de participación. Depende de la creatividad y del ingenio de los animadores y de adolescentes que orientan el encuentro. Convendría aprovechar siempre lo siguiente: La dinámica testimonial que ayude a revisar nuestro discipulado mirando cómo hemos cumplido nuestros compromisos misioneros de la semana anterior. La proclamación y estudio de la Palabra de Dios, a lo cual se suman las diversas formas para ayudar la comprensión de la Palabra, como las representaciones del Evangelio y las simbolizaciones. El compromiso misionero personal, local y universal, conforme a la Palabra escuchada y comprendida. 2.- ESPIRITUALIDAD MISIONERA Corresponde al segundo encuentro, es decir, a la segunda reunión que hagamos con ellos. Es la celebración y vivencialización de lo aprendido en el primer encuentro (catequesis misionera), para que todos interioricemos el mensaje aprendido, que lo vivamos, lo celebremos y de esa manera lo asimilemos. Para conseguir este objetivo, el contenido central de cada encuentro de espiritualidad depende del tema que se ha tratado en la catequesis misionera. Sin repetir el tema del encuentro anterior, complementa su presentación relacionándole directamente con la vida personal y comunitaria: ahora se trata de profundizar para hacerlo entrar en el corazón y en la vida de cada adolescente. En este encuentro se trata de responder al cómo se ha vivido lo que nos enseña Jesús y el cómo se ha de vivir ahora en la celebración o dinámica escogida y, después, en la vida diaria. Así, se profundiza comunitariamente la experiencia personal con Jesús. Esto nos ayuda siempre a una revisión de vida, porque al conocer mejor a Jesús, comprendemos el camino para asemejarnos más a él. Los encuentros de espiritualidad misionera nos ayudan a renovar misioneramente la mente, el corazón, las actitudes y la vida, mediante la profundización de nuestra experiencia con Jesucristo vivo, la celebración de su presencia amigable y la colaboración a la obra que realiza en nosotros mismos. Ahí se siente la necesidad ineludible de "remar mar adentro". Por ello, dentro de los contenidos de estos encuentros están: la vivencia de la Historia de salvación (especialmente en los tiempos fuertes litúrgicos ), los medios para crecer en el Espíritu, las virtudes y valores cristianos, las figuras misioneras que nos muestran cómo responder fielmente a Jesús, los Sacramentos de vida nueva y de compromiso misionero, la dimensión misionera de la Iglesia Universal, etc. Sugerencias metodológicas: Una buena ambientación, que introduzca vivencial y temáticamente el encuentro. Ojalá, se prepare con anticipación por parte de algunos jóvenes, acompañados por el animador. La dinámica testimonial motiva y forma. Se puede realizar invitando a los adolescentes a que comenten cómo han cumplido sus compromisos misioneros de la semana anterior. Proclamar y orar la Palabra, lleva a una experiencia especial de discipulado. Conforme al tema y a las circunstancias, se escoge una dinámica para la actividad central del encuentro: talleres de oración, retiros, mini desiertos, celebraciones de la Palabra, cuadros bíblicos, celebración de la Eucaristía, dinámicas de sensibilización espiritual etc. Siempre es conveniente ayudar a que los jóvenes concreten sus compromisos misioneros para la semana. Ellos han de servir para una mayor asimilación personal de lo vivido en este encuentro y para proyectar su experiencia personal y comunitaria de Jesús. Lo importante es ayudar, tanto a que experimenten la presencia amorosa de Dios en sus vidas, como a que se ore y se celebre su Palabra, para que se asimile progresivamente en la vida personal y comunitaria. Convendría programar un encuentro, al comienzo de año, para la elaboración del proyecto de vida personal y comunitaria y, otro encuentro para un retiro espiritual más amplio. Así mismo, convendría dar mucha importancia en todas las actividades a esta dimensión de la espiritualidad misionera. 3.- SERVICIO MISIONERO Corresponde al tercer encuentro que tenemos con los jóvenes. ¿En qué consiste? Aquí se ayuda a los adolescentes para que den el paso de "ser" discípulos, a "hacer" discípulos para Jesús, enseñando a otros lo que han aprendido de Él. Los adolescentes reconocen, en la acción, la misión evangelizadora que han recibido desde el bautismo y la cumplen sirviendo, sobre todo a los demás adolescentes del mundo. Hacen amigos para Jesús y, en Su Nombre, comparten con ellos su pan, especialmente el pan de la fe, para ayudarlos en sus necesidades. Ellos mismos (los jóvenes) llevan la luz y el amor de Jesús y ayudan a que, tanto los adolescentes como sus familiares y amigos, sean amigos de Jesús y hagan amigos para Jesús. No solo son misioneros, sino buenos animadores misioneros en su propia comunidad para el mundo entero. Por esto, la proyección misionera de estos adolescente será evangelizando y haciendo animación misionera hacia todas las personas, especialmente hacia los adolescentes. ¿A qué responde? Aunque en todos los encuentros y actividades con jóvenes se asumen compromisos misioneros y se revisa su cumplimiento, en estos encuentros de servicio misionero se destaca esta dimensión. Por ello, se asume con mayor fuerza la universalidad de nuestro compromiso misionero (cooperación espiritual, material y, con servicios a los adolescentes del mundo entero), además de compromisos concretos y misioneros en nuestra familia, colegio y hacia los más necesitados en nuestro propio ambiente. Son compromisos para marcar la orientación general de nuestra servicio misionero. Ahí participan los animadores – asesores y los adolescentes de manera activa y concreta. ¿Qué aspectos comprende? El contenido central de estos encuentros está, entonces, determinado por los contenidos desarrollados en los encuentros de catequesis y espiritualidad. En este encuentro se responde al qué hay que hacer, al cómo hacerlo a favor de nuestros hermanos... Ellos experimentarán el amor de Jesús a través de nuestros servicios misioneros. Los encuentros de servicio misionero se proponen, de esta forma, conseguir que los niños y niñas inicien y realicen adecuadamente su servicio misionero local y universal. ¿Qué se puede hacer en este encuentro? El servicio misionero debemos prepararlo de acuerdo a las circunstancias. Desde luego, aunque el encuentro dedica un espacio a la instrucción metodológica, la mayor parte del tiempo y de la atención convendría que sea para preparar y realizar servicios misioneros concretos. Este encuentro prepara la acción concreta con la cual, tanto adolescentes como animadores comunican el mensaje aprendido y vivido en los dos encuentros anteriores (catequesis y espiritualidad misionera). Ahora se prepara el servicio misionero que se hará a través del testimonio, las palabras, los hechos y otras actividades con las cuales comunicarnos a Jesús y lo que Él nos ha enseñado y dado. Entre las diversas actividades que realizan los adolescentes misioneros están: el anuncio del Evangelio a otras personas; animación misionera a otros adolescentes; servicios a otros grupos; servicios misioneros en la familia; en la colegio, actividades para conseguir oraciones y celebraciones misioneras; comunicación y apoyo a nuestros misioneros que están en otros países o continentes; campamentos-misión; actividades a favor de los jóvenes necesitados; intercambio de experiencias con el párroco y con otros servidores de nuestra parroquia; elaboración de materiales para la animación misionera; visitas a enfermos, a ancianos, a presos, etc. 4.- COMUNION MISIONERA (VIDA DE GRUPO) Corresponde al cuarto encuentro que tenemos con los adolescentes misioneros, pero no es el último de la Escuela con Jesús, dada su característica "cíclica", es la comunión misionera, también llamado, VIDA DE GRUPO. Su objetivo es fortalecernos como grupo: comunidad eclesial viva, dinámica y misionera. Busca afianzar los lazos de amistad fuerte y sincera entre los miembros del grupo, crear vínculos de amistad, fraternidad y ayuda mutua. El tema del encuentro es la vida misionera del mismo grupo. No necesita, por lo tanto, tener la continuidad temática con los tres encuentros anteriores, aunque se puede compartir las experiencias vividas anteriormente. Además es una oportunidad concreta para hacer realidad lo aprendido, encarnado y proyectado. Si estamos en comunión somos Iglesia. El animador debe hacer todo lo posible para vivir esta verdad en cada encuentro, a través de la Palabra proclamada, de un gesto concreto, de un signo, de su testimonio de vida, de su entrega... La comunión misionera, supone por lo tanto una formación y especial atención de todos los aspectos de la persona humana, una formación integral para la vida. Por lo tanto, deben reunirse ciertas condiciones para promover una correcta comunión misionera con el grupo. En primer lugar, el animador debe conocer profundamente a cada uno de los adolescentes, igual a lo que Jesús hizo con sus apóstoles. En segundo lugar, el animador no espera, va al encuentro del otro, en un movimiento de AMOR. Este movimiento amoroso, tiene una retroalimentación significativa, ya que, se ama a quien se conoce, y se busca conocer más a quien se ama. El animador que ama a sus adolescentes, se interesa por ellos sin pensarlo, y sabe sacrificar y sacrificarse por ellos: los visita en sus propios hogares y conoce a sus familias, en quienes confía y a quienes inspira confianza y, con quienes crea un vínculo amoroso. Conoce la historia y la problemática de cada adolescente, por lo que puede actuar sobre ellas (hasta donde le compete) y puede orar por las especificidades de cada caso particular. Está atento al momento por el cual atraviesa cada adolescente, sus alegrías y tristezas. Sabe registrar los avances y retrocesos de cada uno. De esta forma, procura en la comunión misionera, que el grupo esté atento a la vida de cada uno de sus miembros, viviendo cada acontecimiento con corazón misionero. Así, las fiestas misioneras, paseos misioneros, encuentros con las familias, festejos de cumpleaños, convivencias, visitas a otros grupos, tendrán un fundamento y una finalidad: el amor de Jesús, en la comunidad de jóvenes misioneros.