Infancia y Adolescencia Misionera

Organización

 

El Grupo de Infancia y Adolescencia Misionera

Conforme a las circunstancias pastorales de cada lugar, la IAM se organiza como asociación misionera, como institución de servicios o incluyendo ambas dimensiones.

Como asociación misionera, esta Obra vive y sirve a través de los grupos de la IAM, los cuales se promueven en las Parroquias, en las escuelas, en torno a otras instituciones y movimientos infantiles.

Es importante que no olvidemos que lo fundamental de la Obra son los niños del mundo.

Otra expresión primordial de esta Obra son los servicios de animación, formación, comunión y cooperación misionera hacia todos los niños del mundo, aunque no estén formalmente vinculados con la IAM.

Estos, pueden aprovechar los servicios según sus necesidades y colaborar en ellos según sus posibilidades.

Todos los niños están invitados a vincularse como "amigos y colaboradores" y, si son católicos, como "miembros activos" de la IAM.

La IAM  promueve distintas formas de comunión misionera y ofrece diversos servicios misioneros que los niños, grupos, movimientos, instituciones y animadores necesitan. No es una asociación o un movimiento al lado de otro. Es una obra u organización misionera de la Iglesia universal y de las comunidades locales al servicio de todos ellos.

Organización en el grupo

Los grupos de la IAM viven y obran como fermento misionero (ayudar a que los demás también sean misioneros) en su escuela, en su familia y en su comunidad. Los grupos se van formando con los niños católicos de 4 a 14 años que muestren interés en ser miembros activos. Se organizan grupos de 12, a ejemplo de los 12 apóstoles con Jesús, agrupados por edades , según el criterio del animador.

Cada uno de los niños es protagonista del desarrollo de la tarea y de su grupo.

Ahora bien,  se elige a uno que hace las veces de guía y colabora especialmente con el animador, recibiendo el nombre de "niño guía"

¿Qué es el niño guía?

Cada grupo de 12 niños elige un(a) guía que debe ser el más responsable y misionero. El niño guía puede cambiarse cada 6 meses o puede permanecer todo el año.

Sus tareas:

Encuentro Semanal

Como los Apóstoles que, antes de ir al a misión, se reunían con Jesús para escucharle, entender su mensaje y comprometerse con El, de la misma manera, los niños se reúnen cada semana para hacerse amigos, discípulos y apóstoles de Jesús.

¿Qué hacen los niños y adolescentes en la reunión?

Cuaderno Misionero

Cada niño de la IAM debe llevar su cuaderno misionero donde irá anotando los temas de las reuniones, con sus ilustraciones y además con sus compromisos, el cual será revisado con frecuencia por el niño guía y el animador.

Otros responsables de la IAM a nivel nacional e internacional

En el ejercicio de sus actividades estas Obras (las OMP) dependen a nivel universal de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y, a nivel local, de las Conferencias Episcopales y de los Obispos en cada Iglesia Particular (RM 84)

A nivel internacional

El Santo Padre es la cabeza de las Obras y las ha puesto bajo la dirección de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, a la que el Concilio Vaticano II ha confiado la dirección y coordinación de la cooperación misionera (AG 29)

Sin embargo, las Obras Misionales conservan su autonomía y se rigen por estatutos propios. De ahí que ellas tengan una organización especial y un Presidente Mundial. Cada una de las cuatro Obras Misionales tiene un Secretario General o Internacional con sede en Roma.

A nivel nacional

El Director de la IAM en cada país es el Director Nacional de las OMP, el cual presta sus servicios a través del Secretariado Nacional de la IAM.

A nivel diocesano

El Obispo es el principal animador y responsable, junto con el Director Diocesano de las OMP quien puede ser ayudado por un equipo o secretariado de Infancia y Adolescencia Misionera.

A nivel parroquial

El principal responsable de la IAM de la parroquia es el Párroco. El busca la colaboración de los animadores misioneros  y encomienda a uno de ellos la coordinación parroquial de la IAM. Los animadores orientan a los niños, dejando que ellos asuman las responsabilidades que les corresponden  y acompañándolos para que realicen todo lo que ellos mismos deban realizar.

Uno de los aspectos que hay que tener en cuenta en la organización de los grupos es que deben funcionar muy unidos a la Parroquia. Esto implica:

 

 

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