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Cada
país organiza la Jornada a nivel Nacional. Normalente se prepara con un folleto de encuentro de preparación para vivir la Jornada, un afiche que incluye un lema especial, y alcancías para fortalecer el espíritu misionero y la solidaridad de los niños. El dinero que se recoge en este día (o en otros días) se envía a las Obras Pontificias y lo utiliza el Papa para ayudar a levantar escuelitas, hospitales y centros de salud y de bienestar en lugares realmente pobres; es decir, para atender a los mismos niños.
Esta es, tal vez, la principal fiesta de los niños misioneros, porque reúne a un gran número de niños en cada Diócesis.
Como
ya se indicó esta jornada es de caracter Nacional, no Universal,
por lo que cada pais la celebra en la fecha que le resulte más
conveniente. En muchos países del hemisferio norte se
celebra en el mes de Enero, en otros, en Mayo, coincidiendo con la
celebración del Día del Niño, y en Argentina, en el mes de
Agosto.
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