LA VOCACION

Hace un tiempo armé este material para un encuentro acerca de la vocación y el llamado de Dios. La actividad era muy simple: cada tarjeta toma a un personaje bíblico (Isaías, Pablo, María, Samuel, Jeremías y Moisés) y presenta cómo fue el llamado que Dios le hizo. Cada tarjeta tenía en el reverso un par de preguntas para contestar individualmente. Si el grupo era grande, se hacían muchas tarjetas y, luego de una reflexión a solas e individual, aquellos que tenían la misma tarjeta se reunían en grupo y reflexionaban juntos.
 

A nosotros nos sirvió para una oración de la mañana, pero puede "agrandarse" con el agregado de canciones y alguna otra cosa. Ojalá a ustedes también les sirva

Jorge Pittaluga - email: pittaluga@copetel.com.ar

Mar del Plata - Argentina

Moisés

Moisés dijo a Yavé: «Mira, Señor, que yo nunca he tenido facilidad para hablar: mi boca y mi lengua no me obedecen.»

Le respondió Yavé: «¿Quién ha dado la boca al hombre? ¿Quién hace que uno hable y otro no? Anda ya, que yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que has de hablar.»

Pero él insistió: «Por favor, Señor, ¿por qué no mandas a otro?» Esta vez Yavé se enojó con Moisés y le dijo: «¿No tienes a tu hermano Aarón, el levita? Bien sé yo que a él no le faltan las palabras. Aarón hablará por ti igual que un profeta habla por su Dios, y tú, con este bastón en la mano, harás milagros».

Éxodo, Capítulo 4

Isaías

Yo exclamé: «¡Ay de mí, estoy perdido, porque soy un hombre de labios impuros y vivo entre un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al rey, Yavé de los Ejércitos!»

Entonces voló hacia mí uno de los serafines. Tenía un carbón encendido que había tomado del altar con unas tenazas, tocó con él mi boca y dijo: «Mira, esto ha tocado tus labios, tu falta ha sido perdonada y tu pecado, borrado.»

Y oí la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?" Y respondí: «Aquí me tienes, mándame a mí». Él me dijo: "Ve y dile a este pueblo: Por más que ustedes escuchen, no entenderán; por más que ustedes miren, nunca ven".

Isaías, Capítulo 6

Jeremías

Me llegó una palabra de Yavé :

«Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tú nacieras, yo te consagré, y te destiné a ser profeta de las naciones.»

Yo exclamé: «Ay, Señor, Yavé, ¡cómo podría hablar yo, que soy un muchacho!»

Y Yavé me contestó: «No me digas que eres un muchacho. Irás adondequiera que te envíe, y proclamarás todo lo que yo te mande. No les tengas miedo, porque estaré contigo para protegerte -palabra de Yavé.»

Jeremías, capítulo 1

Samuel

Como Yavé llamara a Samuel por tercera vez y el joven se presentara nuevamente a Elí, éste comprendió que era Yavé quien le llamaba, y dijo a Samuel: «Anda a acostarte y si vuelve a llamarte dile: Habla, Yavé, que tu siervo te escucha.» Entonces Samuel se volvió a su habitación y se acostó.

Yavé entró y se paró, y llamó como las otras veces: «Samuel, Samuel.» Este respondió: «Habla, Yavé, que tu siervo escucha».

1 Samuel, capítulo 3

María

Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús.»

María entonces dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?» Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios».

Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la dejó el ángel.

Evangelio según san Lucas, cap. 1

Pablo

Iba de camino, y ya estaba cerca de Damasco, cuando a eso del mediodía se produjo un relámpago y me envolvió de repente una luz muy brillante que venía del cielo. Caí al suelo y oí una voz que me decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» Yo respondí: «¿Quién eres, Señor?» Y él me dijo: «Yo soy Jesús el Nazareno, a quien tú persigues».

Entonces yo pregunté: «Qué debo hacer, Señor?» Y el Señor me respondió: «Levántate y vete a Damasco. Allí te hablarán de la misión que te ha sido asignada».

Hechos de los Apóstoles, capítulo 9

Preguntas para trabajar:

1.- ¿Cómo responde esta persona al llamado de Dios?

2.- ¿Cómo respondo yo cuando el Señor me llama?