- ARGENTINA -

- Manual para los Grupos Misioneros -

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Capítulo 2

Organización Misionera

 

a) A nivel Internacional, Nacional y Diocesano

        

El Santo Padre es el principal responsable de la evangelización a nivel mundial. El ha encomendado a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos (una Congregación de la Santa Sede, que depende directamente del Papa) la dirección y coordinación de las misiones a nivel universal.

 

De ella dependen las Obras Misionales Pontificias, que están presentes en todo el mundo y en cada diócesis. Estas Obras Misionales poseen a nivel internacional un Presidente, que tiene su sede en Roma. Cada una de las cuatro Obras, tiene un Secretario General, también con sede en Roma. A nivel nacional,  hay un Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias, y un Secretario Nacional para cada una de ellas.

 

A nivel nacional, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), integrada por los obispos de las diócesis de nuestro país, es el principal responsable de la misión. La CEA se organiza en Comisiones de trabajo, presididas e integradas por los obispos. Una de ellas es la Comisión Episcopal de Misiones (CEM), que tiene el cometido de incrementar la evangelización «ad gentes», la animación y la cooperación misionera en sus diversas formas, y mantener las relaciones con la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y con la Conferencia Episcopal, para garantizar la unidad de acción[1]. Dependiente de esta Comisión funciona un Concejo Nacional de Misiones (CoNaMis) que busca integrar y coordinar el esfuerzo de todas las instituciones, congregaciones y comunidades misioneras a nivel nacional. Este Concejo está presidido por el mismo presidente de la CEM, y está integrado por el Director Nacional de OMP, los Secretarios Nacionales de las cuatro OMP, representantes de cada región pastoral (generalmente un Director Diocesano de OMP), un representante de las congregaciones religiosas misioneras masculinas y otro de las femeninas y dos representantes laicos de los Grupos Misioneros. De este Concejo depende un Equipo Nacional de Grupos Misioneros, integrado por representantes de las distintas regiones pastorales de país.

 

En cada región pastoral funciona un Equipo Regional de Grupos Misioneros, conformado por  el  sacerdote/religioso a cargo de los Grupos Misioneros de cada diócesis y el delegado laico de los mismos.

 

A nivel diocesano, el Obispo es el principal animador y responsable de la misión. El nombra un Delegado Episcopal para las Misiones que será quien específicamente tendrá a su cargo la animación misionera diocesana, ayudado en esta tarea por un Equipo Diocesano de Pastoral Misionera (o Equipo Diocesano de Misiones). Como en cada diócesis debe existir una dirección diocesana de OMP, puede ser recomendable que quien es el Director Diocesano de las OMP, sea también el Delegado Episcopal para las Misiones. 

 

También existe en cada diócesis un Delegado Diocesano de los Grupos Misioneros, que puede ser designado por el Delegado Episcopal para las Misiones o elegido por los Grupos Misioneros. El delegado diocesano de los GM tiene la responsabilidad de animar misioneramente a los Grupos, velar porque los mismos estén en contacto, y ser su representante ante el Delegado Episcopal para las Misiones.

 

Todos los  Grupos Misioneros deben estar integrados a la Pastoral Misionera Diocesana para realizar un trabajo conjunto y en sintonía con el resto de la diócesis y con los lineamientos que se propongan desde el CoNaMis y las OMP tanto a nivel diocesano como nacional.

 

b) Las Obras Misionales Pontificias

 

Las Obras Misionales Pontificias (OMP) son una institución de la Iglesia universal y de cada Iglesia particulares, encargada de infundir en los católicos, desde la infancia, el sentido verdaderamente universal y misionero, y de recoger eficazmente los subsidios para bien de todas las misiones, según las necesidades de cada una. Son el instrumento oficial y principal de todas las Iglesias para la cooperación misionera.

 

"Entre todas las obras de asistencia intereclesial, las OMP deben ocupar siempre el primer puesto por dos razones: en primer lugar, porque se dirigen a todos los bautizados, a todas las comunidades cristianas y se preocupan de las necesidades de todas las Iglesias de misión: son el seno de la Iglesia, la expresión del sentido católico y de la comunión universal; en segundo lugar, porque las OMP tienen la finalidad de cooperar al anuncio del mensaje evangélico, que es el deber prioritario de la Iglesia" (Est. OMP Cap I N° 8b). Nacidas de particulares iniciativas carismáticas, las OMP se han desarrollado con el apoyo de la Santa Sede que, seguidamente, las hizo organizaciones pontificias para asegurarles mayor eficacia y un carácter universal.

 

¿Por qué se llaman Obras? Una obra es el resultado del trabajo o de la acción: en el trabajo misionero, "Obra" es lo que se realiza en bien al prójimo. Se llaman Obras para distinguirlas de una simple actividad apostólica transitoria. Son Obras porque representan una "organización" eclesial.

 

¿Por qué Misionales? Porque nos educan en el espíritu misionero universal y porque nos llevan a compartir la fe en Jesucristo y nuestros recursos económicos, espirituales y humanos, con los demás hermanos de las iglesias y comunidades nacientes. Ellas ayudan a que los cristianos y sus comunidades comprendan y cumplan su misión universal.

 

¿Por qué Pontificias? Porque están aprobadas expresamente por el Papa como obras evangelizadoras misioneras. Además, están a su disposición para ayudarle a cumplir tan alta misión.

 

Finalidad de las Obras Misionales Pontificias

Las OMP tienen, principalmente 2 finalidades:

 

A.- Animación Misionera

 

B.- Cooperación Misionera

 

Las OMP son cuatro:

 

OBRA DE LA PROPAGACION DE LA FE

Fundada en Lyón, Francia, en 1822, por María Paulina Jaricot

Tiene como finalidades principales:

Trabaja con:

 

OBRA DE SAN PEDRO APOSTOL

Fundada en Caen, Francia, en 1889, por Estefanía y Juana Bigard

Tiene como finalidades principales:

 

OBRA DE LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA MISIONERA

Fundada en Francia, en 1843, por Monseñor Forbin Janson

Tiene como finalidades principales:

 

 

PONIFICIA UNIÓN MISIONAL

Fundada en Italia, en 1916, por el P. Pablo Manna

Tiene como finalidades principales:

Notas:

[1] Cooperatio Misionalis, Instrucción de la Congregación para la evangelización de los pueblos sobre la cooperación misionera, art. 10. En adelante CM.