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Capítulo 4
Objetivos y Actividades Propias de los Grupos Misioneros
Objetivos
de los Grupos Misioneros:
·
Despertar
en todos los bautizados la conciencia misionera universal
·
Brindar
un ámbito donde los laicos puedan vivir en comunidad su vocación misionera,
creciendo en su formación y
espiritualidad, y realizando experiencias concretas de misión, animación y
cooperación misioneras.
·
Ser
agentes activos de la Nueva Evangelización en el ámbito de su propia comunidad
de origen, y de Primera Evangelización en otras comunidades eclesiales más jóvenes.
·
Promover
las vocaciones misioneras, religiosas y laicales
Actividades
de los Grupos Misioneros
Para
lograr sus objetivos, los Grupos Misioneros realizan las siguientes actividades:
1.-
Formación Misionera:
Mediante la formación misionera, los miembros de los Grupos Misioneros van
compartiendo el camino de crecimiento en la fe y en la vocación misionera, para
desarrollar criterios y mentalidad misionera, como los de Jesús. Para ello,
comparten reuniones periódicas (generalmente semanales), en los que procuran su
formación mediante Encuentros, Talleres, etc.
La Formación de los Grupos Misioneros, comprende tres áreas
fundamentales:
a)
Teología
Misionera:
comprensión de la misión y la evangelización, sus motivaciones, contenido y
finalidades.
b)
Espiritualidad
Misionera:
comprensión de las actitudes interiores y exteriores del misionero, su vida
espiritual, sus sentimientos y todo lo que hace a su comunión íntima con
Cristo.
c)
Metodología
Misionera:
es la parte metodológica y didáctica, con la cual se entrena a la persona para
la misión y para la animación misionera.
2.-
Espiritualidad Misionera:
Los
miembros del Grupo Misionero buscan vivir una relación de unión íntima con
Jesucristo, y adquirir en sus vidas las actitudes principales del misionero,
como ser el descubrimiento de la universalidad del amor de Dios, la urgencia de
la evangelización, la necesidad de encuentro personal con Jesucristo y de una
vivencia plena de los valores evangélicos, la docilidad al Espíritu Santo.
Para ello, los Grupos Misioneros
·
Procuran
el crecimiento en la oración personal y comunitaria, descubriendo la dimensión
misionera de la misma.
·
Reflexionan
acerca de los elementos fundamentales de la espiritualidad misionera, y las
actitudes que debe desarrollar un misionero, y procuran ponerlos en práctica.
·
Comparten
la Misa semanal como comunidad (si geográficamente esto es posible).
·
Comparten
actividades que los ayuden a crecer en su vida espiritual, como ser retiros
espirituales, momentos de oración, etc.
3.-
Acción Misionera:
La
Formación y Espiritualidad misioneras, se cimentan únicamente con la
experiencia personal y comunitaria del servicio evangelizador. Para ello, los
Grupos Misioneros realizan un trabajo misionero en dos ámbitos:
·
Misión
Ad-Intra:
Si bien el Grupo Misionero tiene la mirada puesta en la misión “ad gentes”,
su primera responsabilidad es prestar un servicio evangelizador concreto
en su “comunidad
de origen” (su Parroquia, Barrio, etc.). En ella, el Grupo Misionero participa activamente en la vida,
en la celebración y en las actividades comunitarias, poniendo especial atención
a la Nueva Evangelización, y dirigiéndose principalmente a los más alejados.
También puede realizar un Apostolado Permanente, consistente en algún tipo de
labor apostólica continua, a lo largo de todo el año. Por ejemplo: misiones
barriales de fines de semana, visita periódica a hospitales, hogares de niños
o ancianos, catequesis, asistencia en comedores, etc. A través de este apostolado permanente, el Grupo Misionero
presta un servicio concreto a la comunidad, desarrolla y fortalece su actitud y
vocación de servicio, y adquiere experiencia para la misión ad-extra.
·
Misión
Ad-Extra:
respondiendo a su vocación propia y a su identidad más profunda[1],
el Grupo Misionero presta un servicio concreto a la que será la “comunidad
de destino” de su actividad misionera específica. La comunidad de
destino es, generalmente, un barrio, un pueblo o paraje, en el cual no existe
una comunidad cristiana arraigada, a cuyo párroco, el Grupo Misionero ofrece su
servicio misionero, para acompañarla por un período de tiempo determinado, en
el proceso de la conformación de una comunidad cristiana.
Por un período, generalmente de tres años, el Grupo Misionero
establecerá contacto con esta comunidad de destino, en la que realizará períodos
fuertes de misión (generalmente en vacaciones de verano y/o invierno), y
realizará un acompañamiento constante durante el resto del año (ya sea
mediante visitas periódicas y contacto telefónico o epistolar), para acompañarla
en su camino de encuentro con Jesucristo y la conformación de una comunidad
cristiana.
4.-
Cooperación Misionera:
La
Cooperación Misionera, es la manera de proyectarse efectivamente hacia la misión
universal, desde el propio lugar. De esta manera la Iglesia Particular participa
y colabora activamente con la misión universal de la Iglesia[2], tanto en la misión ad
gentes como en la nueva evangelización. Esta cooperación misionera se realiza
principalmente de dos maneras:
5.-
Animación
Misionera:
Aparte
de vivir la vocación misionera y de prestar un servicio misionero concreto, los
Grupos Misioneros tienen el deber fundamental de animar misioneramente sus
comunidades de origen[5]
(Parroquia, Colegio, etc.). La animación misionera consiste en despertar en
todas las personas la conciencia misionera, esto es, hacerles conocer la
responsabilidad universal de todos los bautizados en la propagación del Reino
de Dios.
Esto
lo hacen:
·
Organizando
encuentros, charlas, jornadas y exposiciones misioneras en sus propias
comunidades, en los cuales informen acerca de la vocación misionera, y de las
distintas formas en las que se puede cooperar con las misiones.
·
Manteniendo
en sus comunidades una cartelera misionera, a través de las cuales se informe
de las necesidades de evangelización y las actividades de los misioneros.
·
Dando
testimonio ante la comunidad acerca de las experiencias misioneras del Grupo.
·
Organizando
actividades especiales como Horas Santas misioneras ante el Santísimo
Sacramento, Celebraciones con tinte misionero, Rosarios Misioneros, etc.
·
Fomentando
el rezo del Rosario Misionero.
·
Difundiendo
materiales y revistas misioneras.
·
Utilizando
los medios de comunicación social (radio, televisión, prensa escrita) para la
animación misionera
·
Animando
a la comunidad durante el Octubre Misionero, y especialmente en la DOMUND
(Jornada Mundial de las Misiones), promoviendo la Colecta Misionera.
·
Fomentando
e incentivando las vocaciones misioneras que pudieran surgir en la propia
comunidad.
6.-
Comunión Misionera:
Los
miembros de los Grupos Misioneros, viven a imagen de las primeras comunidades
Cristianas, buscando tener “un solo corazón y una sola alma”[6],
compartiendo sus dones y participando de la Eucaristía. Este sentido de
eclesialidad se vive en varios ámbitos:
·
Grupal:
los miembros del Grupo Misionero viven en un sentido de comunidad, convencidos
de la necesidad de que la fraternidad y unidad dentro del mismo grupo, es también
un testimonio evangelizador, como lo expresó Jesucristo: “que todos seamos
uno para que el mundo crea”. Para ello, comparten actividades que los ayuden a
crecer en su vida comunitaria estrechando vínculos interpersonales, como por
ejemplo convivencias, reuniones informales de esparcimiento, celebración
comunitaria de los acontecimientos personales de sus miembros como cumpleaños,
etc.
·
Comunitario:
El Grupo Misionero sabe que no es una realidad aislada de su Comunidad, sino que
forma parte de ella, por eso vive plenamente inserto en la misma, y se preocupa
por estrechar lazos y vínculos con su Párroco
(Vicario, Superior, Director, etc.) y con los demás grupos, movimientos
y asociaciones de la comunidad.
·
Diocesano:
Por otra parte, el GM necesita compartir con otros Grupos y Asociaciones de la
Diócesis el mismo carisma e ideal misionero. Por ello debe vivir en íntima
comunión con los demás Grupos Misioneros de la diócesis, a través del
Director Diocesano de las Obras Misionales Pontificias y del Equipo Diocesano de
Pastoral de Grupos Misioneros. Así participa en eventos misioneros que se
organizan a nivel diocesano, como Encuentros, Convivencias, Congresos
Misioneros, la Misa de Envío Diocesana, etc.
·
Universal:
Vinculada a la ayuda espiritual y material, está la cercanía humana con todos
los misioneros del mundo. Aunque estemos separados por grandes distancias,
podemos hacernos presentes con los misioneros que están en tierras lejanas
mediante cartas, contacto telefónico o correo electrónico. El compromiso de
los Grupos Misioneros en este sentido, hace visible la comunión fraterna
universal entre todos los cristianos. Es un aporte muy valioso que los Grupos
Misioneros pueden realizar para con los misioneros de su propia diócesis que se
encuentran en territorios de misión, el apoyarlos y alentarlos a la distancia
mediante algún tipo de contacto epistolar.
Notas: