El Primer anuncio del Kerygma |
Este diálogo comienza desde el mismo instante en que Cristo Resucita y se comunica a los suyos. Esta experiencia marca el inicio de lo que se llamará las Comunidades Cristianas. Pues el centro del mensaje del diálogo lo constituía la experiencia misma del Jesús, el Cristo, el Nazareno, resucitado: "En Antioquía fue donde, por primera vez, los discípulos recibieron el nombre de cristianos" (Hech 11,26).
Será el libro de los Hechos que nos aclarará mejor este panorama de diálogo y discernimiento.
Pero antes veamos las diversas actitudes que fueron tomando los primeros en recibir la noticia de que Jesús había Resucitado. Para ello dirijámonos a los textos finales de los diferentes Evangelios:
Mateo
Lucas
Marcos
Juan
HACIA SU PROPIA HISTORIA...
Es un diálogo que queda enmarcado, todavía, entre los propios protagonistas a los cuales Jesús se les había manifestado vivo. Aún estamos lejos de una apertura hacia todos los demás como lo indica Jesús. Hay bastante camino por recorrer. No estaban suficientemente maduros como para empezar a proclamar con total libertad y sin miedo, la buena noticia a todos los demás (la misión por excelencia, hecha en el diálogo y anuncio explícito).
Sin embargo, aquí mismo aparecen los primeros problemas (inconvenientes en el ser y actuar) y los conflictos (actitudes negativas con que se encara este hecho del Señor), que dejan sus primeras marcas:
* Miedo de las mujeres Apéndice de Marcos
* Incredulidad de Tomas Apéndice de Juan
Para poder dialogar con los demás y saber de qué dialogar hay que haber superado el diálogo al interno de los protagonistas de estos hechos y asumir entre todos las consecuencias de los mismos para sus vidas y para la vida de los demás. Para que lo que se diga sea coherente con los hechos y la vida (res non verba). La gran recriminación y objeción que Jesús hacía constantemente a la actitud de los escribas y fariseos.
Emaús (Lc 24,13-35) podría ser el referente en el cual vemos esa actitud de diálogo y de respuesta. De anuncio y toma de conciencia. De manifestación y partida hacia el encuentro para el anuncio. De reconocimiento y conocimiento del misterio. Pues, del diálogo compartido y vivenciado con ese forastero (Jesús – pero había algo que les impedía reconocerlo-), los discípulos, vuelven al lugar de donde salieron, desesperanzados, tristes, desilusionados, desconcertados, seguros de la experiencia vivida y de lo que les había ocurrido con ese "extraño" cuando partió el pan ... los discípulos van al encuentro de los demás del mismo modo como Jesús les salió al encuentro, con la misma dinámica, con el mismo entusiasmo, la misma esperanza ...
Ya en vida Jesús había indicado a los suyos que debían anunciar y contar lo que estaban experimentando. Tenían que entablar un diálogo con los demás para hacer conocida su Persona y su misión, a partir de los signos y prodigios que Él mismo realizaba: "´vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hacho contigo´. Y fue por toda la ciudad proclamando todo lo que Jesús había hecho con él" (Lc 8,39) (Jesús cura a un poseído)
Se anuncia, se cuenta, como a partir de a propia experiencia del encuentro con Dios, de su presencia en la propia vida, y como puede manifestarse a los demás, lo que Dios ha realizado en uno mismo:
"Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en Jesús por el testimonio de la mujer, que decía: ´me ha dicho todo cuanto he hecho´. Y cuando llegaron ante Él, los samaritanos, le pidieron que se quedara con ellos. Él se quedó allí dos días, y creyeron mucho más al oírlo hablar. Y decían a la mujer: ´no creemos ya por tu palabra, pues nosotros mismos hemos oído y conocido que éste es de verdad el Salvador del mundo" (Jn 4,39-42) (Final del diálogo con la samaritana).
"porque serás testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído" (Hech 22,15) (discurso de Pablo a los judíos, recordando su curación)
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, tocado nuestras manos, acerca del Verbo de la vida, ..., se lo anunciamos, lo que hemos visto y oído, para que estén en comunión con nosotros" (I Jn 1,1.3a).
í (A. Analizar las actitudes que tuvieron cada uno de estos personales. (En los 4 textos).
B. De qué modo en el oír, ver y conocer, reconocieron en esa persona, "el Salvador del mundo").
Hay un refrán por el cual Jesús hace referencia a este hecho de anunciar lo que se ve y oye, en definitiva de lo que se "ha hacho carne": "El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca" (Lc 6,45).
HACIA JERUSALEN...
Volvamos a lo ocurrido luego del hecho clave de la Resurrección. Aún no se había producido el encuentro con los "foráneos inmediatos" de los hechos de Jesús: los de la propia ciudad de Jerusalén.
Muchos estaban allí, de todas partes, por la fiesta judía y por el comercio que se desarrollaba en ese lugar, por ser paso de caravanas y cruce de caminos estratégico.
Luego de Pentecostés, los discípulos se encontraron cara a cara ante el apremio y la determinación de dialogar con todos. Comunicarles a los que estaban allí y habían "oído un ruido estruendoso" lo que venía aconteciendo desde hace tiempo con, por y en la persona de Jesús. Se hace público, evidente y tangible lo ocurrido con Él:
"Quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el espíritu les concedía expresarse ... Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor al oírles hablar cada uno en su propia lengua ... judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios" (Hech 2,4.6.11).
Es a partir de este hecho que se inicia el diálogo con los demás. Luego del discurso pronunciado por Pedro, surgen las comunidades de creyentes. Veamos los pasos de esta gestación y alumbramiento:
A. Hech: 2,37-41: ¿Qué debemos hacer? ARREPENTIRSE Y BAUTIZARSE en el nombre de Jesucristo, para ser perdonados y recibir el Espíritu Santo.
B. Hech: 2,42.44.46-47a: ¿De qué modo vivían? Perseveraban en la enseñanza. Acudían a la fracción del pan y en oración. Vivían unidos, y tenían un solo corazón. Todos los días (así como frecuentaban el templo, compartían junto los alimentos y alababan al Señor) Con alegría y sencillez de corazón. Eran apreciado por todos.
í ¿Qué podemos sacar como conclusión de esta primera comunidad?
La palabra valía. El testimonio de alguien era veraz. El principio con que se regía las relaciones sociales era la veracidad de los hechos y palabras. Se criticaba y condenaba la falsedad en los hechos y palabras (muchos ejemplos de esto). Sin embargo en los nobles, sabios, funcionarios e influyentes había ya corrupción. En cambio entre los plebeyos se conservaban la actitud de honestidad.
Las primeras dificultades aparecen pronto en escena y crean conflictos.
El primer signo de la presencia "veraz y eficaz" de Cristo Resucitado lo hacen Pedro y Juan:
" no tengo ni plata, ni oro; pero lo que tengo te lo doy: ´en nombre de Cristo, el Nazareno, levántate y camina´" (Hech 3,6).
A partir de este significativo e inadvertido episodio se generará todo un suceder de advenimientos que darán origen a la diáspora de la comunidad cristiana:
í ¿De qué manera nace la comunidad cristiana?, ¿Qué podemos rescatar de estos hechos para nuestros días?
HACIA LOS CONFINES DEL JUDAISMO...
Otro hecho marca el inicio de esta nueva etapa de las primeras comunidades cristianas hacia la diáspora. Es la muerte de Esteban. Ante este hecho de explícita persecución y rechazo de toda posibilidad de diálogo, las comunidades resuelven dispersarse:
+ Vemos así, como Felipe va anunciado la Buena Noticia: Hech 8,4-8
+ O Pablo hablando con las comunidades judías en otras ciudades: Hech 9,20.28
+ Hasta que hay una relativa paz y las comunidades eran animadas por el Señor: Hech 9,31
í ¿Cómo se produce el diálogo en las sinagogas judías? ¿Es bien aceptado este nuevo diálogo, por qué?
HACIA LOS CONFINES DEL MUNDO...
Las primeras comunidades estaban conducidas por la presencia de Dios que las ayudaba a madurar en el camino de la fe.
De nuevo es protagonista Pedro. Su visión (Hech 10,10-16) le hace comprender que el Señor lo invitaba a ir más allá del propio ámbito, círculo judío. Lo invitaba a abrirse a todos los pueblos y culturas. Se sucede el hecho de la aceptación de no judíos al círculo de los que creían en Cristo y el consecuente diálogo (discusión) entre los apóstoles y discípulos, para discernir si es lo propuesto por Dios:
í ¿Qué cuestiones de fondo fueron resueltas en este diálogo?, ¿Qué tipos de opiniones encontramos en cada uno de los que estaban allí?, ¿Cuáles eran los sentimientos y las dificultades por las cuales a estos hermanos no les permitían reconocer a Jesús vivo actuando?, ¿Qué les motivó cambiar de posición?
Veamos los pasos que las comunidades dan en el diálogo entre sí y el compromiso que va surgiendo de este compartir la Buena Noticia de Jesús Resucitado:
V. 13: Santiago habla y se toma una decisión.
V. 30: Reúnen a las comunidades para comunicarles la resolución.
í ¿Cómo se encara este diálogo, cómo se desarrolla, cuáles son los argumentos, a qué se concluye?, ¿Qué podemos concluir para nuestra comunidad?
í ¿Cuáles son los elementos que constituyen la base de las comunidades?, ¿Qué características se perciben (sean positivas que negativas: ¿Cuáles prevalecen, por qué?)?. Compararlas con las nuestras (similitudes, diferencias).