Procesión en honor a Cristo Rey
Vamos a dar comienzo a esta procesión en honor de Jesucristo Rey del Mundo, y Rey de nuestras vidas. Lo vamos a acompañar en procesión por las calles de nuestro pueblo.
-Nos preparamos para recibir la imagen de nuestro Señor Jesucristo, coronado como Rey del Mundo y Rey de nuestras vidas. Lo recibimos con un fuerte aplauso. (Canto: "¡Viva Cristo Rey!").
-Y ahora sí damos comienzo a la procesión. La encabeza la imagen de nuestro Señor Jesucristo, Rey del Mundo y Rey de nuestras vidas. Detrás de El, nos ubicaremos todos los fieles que seguiremos la procesión.
-Cantamos: "Juntos como hermanos"
1ª Reflexión: Jesucristo es el Hijo de Dios.
Jesucristo es verdaderamente el Hijo de Dios. En numerosas oportunidades se repite esta afirmación en los Evangelios:
Jesucristo es el Hijo de Dios, y ese es el centro de nuestra fe. Jesucristo es Rey porque El es nuestro Dios, el Hijo del Padre.
Vamos a hacer nuestra profesión de fe en Jesucristo, el Hijo de Dios. A cada verdad de fe, vamos a responder cantando: "¡Creo!" (4v)
Vamos a poner a los pies de Jesucristo, el Hijo de Dios, Rey del mundo y Rey de nuestras vidas nuestras peticiones. A cada intención vamos a responder: "Te lo pedimos, Hijo de Dios".
Por todos aquellos hombres que no te conocen, para que puedan encontrarte y así llenar el vacío que hay en sus vidas. Oremos...
Por los que conociéndote, viven como si Tú no existieras, para que sientan en sus vidas el calor de tu Amor. Oremos...
Por todos los cristianos, para que seamos signos de tu amor en el mundo, y seamos luz para las gentes que no te conocen. Oremos...
Por todos los cristianos católicos y no católicos, para que algún día lleguemos a unirnos en un solo pueblo, como Tú dijiste: "Que todos seamos uno para que el mundo crea". Oremos...
Por los que estamos hoy aquí reunidos, para que tengamos la valentía de gritar al mundo que Tú eres el Hijo de Dios y nuestro Rey. Oremos...
2) Cristo vino a la tierra para salvarnos.
La misión de Jesucristo en la tierra consistió en salvar a la humanidad de sus pecados. También dan testimonio de esto las escrituras:
Cuando el Angel anunció a los pastores el nacimiento de Jesús lo hizo diciendo: "Les anuncio una gran alegría. Hoy ha nacido en lo pueblo de David un salvador, que es el Cristo Señor. Esto les servirá de señal: encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre" (Lc 2,10-12)
Llevado preso por predicar a Jesús, Pedro manifiesta ante los sumos sacerdotes que lo tenían prisionero, que "fuera de Jesucristo no hay bajo el cielo otro nombre por el cual podamos ser salvados" (He 4,10)
En su primera carta, el apóstol Juan nos dice: "Nosotros damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo como Salvador del mundo". (1Jn 4,14)
Vamos a pedirle a Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, único salvador de la humanidad, que no tenga en cuenta nuestras faltas, sino nuestros intentos por ser cada vez mejores. A cada invocación vamos a responder cantando: "Ten piedad de nosotros".
Cordero de Dios.
Salvador del mundo.
Cristo Redentor.
Mediador ante el Padre.
Sumo sacerdote.
Cabeza de la Iglesia.
Príncipe de Paz.
Rey del Universo.
Camino de salvación.
Verdad que nos hace libres.
Verbo hecho hombre.
Pastor manso y humilde.
Divina misericordia.
Enviado del Padre.
Cristo, buen Pastor.
Mensajero de Paz.
Verdadero Dios.
Verdadero hombre.
Hijo de David.
Servidor incansable.
Maestro de la Verdad.
Señor de la humanidad.
Mesías prometido.
Unico salvador.
Hijo del Dios Vivo.
Fuente de agua viva.
Luz que alumbra al mundo.
Pan bajado del Cielo.
Cristo, Pan de Vida.
Alimento verdadero.
Bebida de salvación.
Jesucristo es nuestro Salvador. Nos salvó de una vez y para siempre, pero es preciso que hagamos nuestra esa salvación día a día. Vamos a pedirle al nuestro Salvador Jesucristo por todas aquellas cosas en las que día a día necesitamos ser salvados. A cada intención respondemos: "Sálvanos Señor".
De nuestros egoísmos y mezquindades...
De la desesperanza y la falta de fe...
De nuestros orgullos y vanidades...
De nuestra falta de paciencia para con nuestros hermanos...
De nuestro desinterés y falta de ayuda a los más necesitados...
De nuestros miedos y cobardías...
De nuestros vicios y debilidades...
De nuestro aferrarnos a las cosas materiales...
De nuestras envidias y rencores...
De todo aquello que nos aleja de Tí...
3) Cristo murió por nosotros.
En su carta a los Romanos, el apóstol Pablo nos dice: "Cuando todavía estábamos sin fuerzas, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos. En verdad, apenas habrá quien muera por un justo, por un hombre de bien, tal vez se atrevería uno a morir. Mas la prueba de que Dios nos ama, es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros. (...) Si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo ¡con cuánta más razón estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida" (Rom 5,6-8.10)
"No hay mayor amor que dar la vida por aquellos a quienes se ama". Jesucristo dio su vida por todos nosotros, por nuestra salvación. Si Cristo no hubiera muerto en la cruz, hoy viviríamos en las tinieblas y no sabríamos lo que es amar a Dios. Debemos estar profundamente agradecidos por ese gesto de amor tan inmenso de parte de Jesucristo de sufrir y morir para que nosotros gocemos y vivamos. ¡Gracias Cristo Rey !
Vamos a expresar nuestro agradecimiento sincero a nuestro Rey Jesucristo, respondiendo a cada invocación: "¡Gracias, Cristo Rey!"
La muerte de Cristo en la Cruz es la mayor prueba de amor que nos podía haber dado Dios. Pidámosle que nos ayude a amar así también a nuestros hermanos. A cada intención vamos a responder: "Ayúdanos, Señor"
Para que aprendamos a amar a todos los que nos rodean. Te decimos...
Para que aprendamos a perdonar a los que nos ofenden. Te decimos...
Para que sepamos ser humildes y sencillos. Te decimos...
Para que seamos generosos con aquellos que tienen menos. Te decimos...
Para que estemos siempre dispuestos a ayudar a aquellos que nos necesitan. Te decimos...
Para que estemos siempre atentos para descubrir al hermano que nos neceista. Te decimos...
Todo esto te lo pedimos a Tí que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
4) Cristo vino a la tierra para mostrarnos el camino hacia el Padre.
La noche anterior a su muerte, estando cenando con sus discípulos, les dijo Jesús: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocen a mí, conocerán también a mi Padre. Desde ahora lo conocen y lo han visto. (...) El que me ha visto a mí ha visto al Padre." (Jn 14,6-7.9b)
Antes ya les había dicho: "Yo soy la luz del mundo. El que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida". (Jn 8,12)
Jesucristo vino a la tierra para mostrarnos el camino hacia el Padre. De El debemos aprender para poder alcanzar la Salvación. A cada una de las invocaciones respondemos cantando: "Enséñame a ser como Tú"
5) Cristo resucitó y está en la Gloria junto al Padre.
Luego de su resurrección, Jesucristo subió a los Cielos, donde reina junto al Padre por toda la eternidad. De esto también nos hablan las Escrituras :
Cuando el Angel le anunció a María que Jesús iba a nacer, le dijo: "El será grande y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre ; reinará sobre la casa de jJacob por los siglos y su reino no tenrá fin". (Lc 1,33)
El Evangelio de San Marcos nos narra que: "Después de hablarles, el Señor Jesús fue elevado al Cielo y se sentó a la diestra de Dios" (Mc 16,20)
Y San Pablo agrega en su carta a los Romanos que Jesucristo "murió, resucitó, está a la diestra de Dios e intercede por nosotros" (Rom 8,34)
CANCIONERO
CANTEMOS AL AMOR DE LOS AMORES
Cantemos al amor de los amores, cantemos al Señor. Dios está aquí, venid adoradores, adoremos a Cristo Redentor.
¡GLORIA A CRISTO JESUS! CIELOS Y TIERRAS, BENDECID AL SEÑOR. HONOR Y GLORIA A TI, REY DE LA GLORIA. AMOR POR SIEMPRE A TI, DIOS DEL AMOR.
Unamos nuestra voz a los cantares del coro celestial. ¡Dios está aquí! Dios de los altares. Alabemos con gozo angelical.
Cantemos al amor de los amores, cantemos sin cesar. Dios está aquí. Venid adoradores, adoremos a Cristo en el altar.
CRISTO JESUS
Cristo Jesús, en Tí la Patria espera gloria, buscando con intenso ardor. Guíala Tú, bendice su bandera, dando a su faz magnífico esplendor.
SALVE DIVINO FOCO DE AMOR. SALVA AL PUEBLO ARGENTINO, ESCUCHA SU CLAMOR. SALVA AL PUEBLO ARGENTINO SAGRADO CORAZON.
Oh Corazón de caridad venera. Lejos de Tí no espera salvación. Salva su honor, arroja a sus senderos luz inmortal, destello de tu amor.
HIMNO AL SEÑOR DEL MILAGRO
SEÑOR DEL MILAGRO, CRISTO REDENTOR, DEL PUEBLO DE SALTA, NOAPARTES TU AMOR.
Tras largos caminos, que amparó el milagro. Por mares y montes llegaste a este suelo. con tu amor buscando, el amor de un pueblo.
PESCADOR DE HOMBRES
Tú has venido a la orilla, no has buscado ni a sabios ni a ricos, tan sólo quieres que yo te siga.
SEÑOR, ME HAS MIRADO A LOS OJOS SONRIENDO HAS DICHO MI NOMBRE. EN LA ARENA HE DEJADO MI BARCA. JUNTO A TI BUSCARE OTRO MAR.
Tú sabes bien lo que tengo, en mi barca no hay oro ni espadas. Tan sólo redes y mi trabajo.
Tú necesitas mis manos, mi cansancio que a otros descanse, amor que quiera seguir amando.
Tú, pescador de otros lagos, ansia eterna de almas que esperan, amigo bueno, que así me llamas.
HAMBRE DE DIOS
NO PODEMOS CAMINAR CON HAMBRE BAJO EL SOL. DANOS SIEMPRE EL MISMO PAN, TU CUERPO Y SANGRE, SEÑOR.
Comamos todos de este pan, el pan de la unidad, en un cuerpo nos unió el Señor, por medio del Amor.
Señor, yo tengo sed de Tí, sediento estoy de Dios. Pero pronto llegaré a ver el rostro del Señor.
Por el desierto un pueblo va cantando su dolor, en la noche brillará su luz, nos guía a la verdad.
JUNTOS COMO HERMANOS
JUNTOS COMO HERMANOS, MIEMBROS DE LA IGLESIA, VAMOS CAMINANDO AL ENCUENTRO DEL SEÑOR.
Un largo caminar por el desierto bajo el sol: no podemos avanzar sin la ayuda del Señor.
La Iglesia en marcha está, a un mundo nuevo vamos ya, donde reinará el amor, donde reinará la paz.
Unidos al rezar, unidos en una canción, viviremos nuestra fe, con la ayuda del Señor.
SANTA MARIA DEL CAMINO
Mientras recorres la vida, Tú nunca solo estás: contigo por el camino, Santa María va.
VEN CON NOSOTROS A CAMINAR. SANTA MARIA VEN. (2 veces)
Aunque te digan algunos que nada puedes cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.
Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca tu mano al que contigo está.
Aunque parezcan tus pasos inútil caminar, tú vas haciendo camino, otros lo seguirán.