HNA. MARIA SILVIA FIORENTINO
Misionera salteña Ad Gentes 
Misionando en Parakou

(República de Benin, Africa)

María Silvia Fiorentino es una hermana Esclava del Sagrado Corazón de Jesús, nacida en la Provincia de Salta. Actualmente es Superiora en la Misión de Benín (Africa). El domicilio de la Casa es Parakou. B.P 1O12.Rep de Benin, Africa Occidental.  E-mail: mariasfiorentino@gmail.com
 

Primera carta de la Hna. Silvia al llegar a la misión en Africa.
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Página de la Misión en Parakou, de las  Esclavas del Corazón de Jesús

Parakou, 20 de agosto de 1997

Mis queridas hermanas y amigos :

Esta carta escrita hoy, día del amigo, va colectiva pero prometo contestar personalmente a todos los que me escriban. Lo más duro de la distancia es no tener noticias frescas y seguidas de la gente querida. Aquí se agigantan los recuerdos, los momentos compartidos y se ponen a flor de piel los sentimientos más íntimos.

Paso a contar un poco de esta aventura africana. Es tanto lo que se puede decir que es muy difícil ponerlo ordenadamente por escrito, lo voy a intentar para compartir con Uds. algo de mi vida, como lo hice cuando estábamos cerca.

Benin es un país del Africa del Oeste, muy pobre en general, con un sistema democrático de gobierno frágil e inmaduro. El actual presidente fue el autor de la revolución que puso en el poder el sistema comunista en los años 70 y que ahora es democrático y de una secta cristiana. El hombre tiene sus convicciones e ideas políticas un poco confusas pero va dando pasos adelante, ya no le conviene a nadie estar fuera del progreso capitalista.

No obstante, se sigue dependiendo económicamente de Europa y aunque la colonia fue abolida hace mucho tiempo, en la práctica no hay libertad ni progreso verdadero. Es triste ver la falta de oportunidades y el círculo vicioso de pobreza.
Un país sin grandes riquezas no es un lugar para inversiones y menos para fomentar industrias y fuentes de trabajo. Salvo proyectos e iniciativas de la Iglesia y organismos de ayuda humanitaria, no hay grandes emprendimientos.

El tema de la educación es otro problema. La mayoría de los niños no asiste a la escuela y de los que van el 70 % son varones pues la mujer está postergada totalmente. Hay un tímido despertar en las ciudades pero en las aldeas nada.

Nuestro principal trabajo va a ser en las aldeas: dentro de la Parroquia tenemos 29 conocidas que llegan hasta el límite con Nigeria y otras desconocidas a las cuales todavía no ha llegado nadie y que habrá que descubrir poco a poco.

Por ahora no se puede llegar pues con la época de lluvias se desbordan los ríos y los caminos son intransitables. El Obispo nos prometió para nuestro trabajo una camioneta que estamos esperando todavía. Mientras tanto nos prestaron una Renaul 4L destartalada, a la que bautizamos con el nombre de BATURE, que quiere decir blanco en una lengua local, pues anda como los blancos en el Africa. Se para en los lugares más insólitos, hace ruidos extraños, y no pasa de 50 km. (con suerte y en bajada). Un verdadero desafío a mis aspiraciones tuercas, un castigo en realidad por todas mis contravenciones de tráfico y excesos de velocidad.

Aquí el tráfico es un capítulo digno de mencionar, especialmente en la capital Cotonou y en Parakou... es caótico. No existen las reglas de conducir, hacen exactamente lo contrario de lo que se espera, circulan por bandada unos taxi-moto llamados
semidjan, hay cerca de 70000 en la capital y se meten por todas partes; para mí son suicidas. Así que hay que andar con los ojos abiertos y los nervios en orden.

Además de trabajo de primera evangelización habrá que hacer de todo un poco, especialmente promoción humana y de la mujer. Hicimos un curso muy interesante de nutrición para agentes rurales con un método ideado para gente analfabeta y que no habla francés: se vale de dibujos simples y se basa en la nutrición de los niños, el cuidado de la salud y la higiene. Cosas tan simples para nosotros como una vacunación aquí son ciencias ocultas para algunos, con las consecuencias previsibles: polio, tuberculosis, viruela y otras pestes para las cuales hay remedio. La desnutrición y el marasmo en los niños es una plaga. Verdaderamente, mientras a mucha gente le sobra de todo, al punto de derrochar, aquí la lucha por la vida es la tarea primordial, sobrevivir no es tan fácil y la mortalidad es muy alta.

Paradójicamente el índice de natalidad es de los más altos del mundo, hay chicos por todos lados y se respeta la vida como el don más importante. Tener un hijo es el acto creador por excelencia y en mis reflexiones pienso que es su contribución con la vida, es lo único propio, posible y valioso que tienen. La madre tiene una relación tan estrecha con su bebé que forman un todo, no lo dejan nunca, lo llevan en sus espaldas a dondequiera que vayan, trabajando en el campo, comerciando en el mercado, preparando la comida, acarreando agua y leña... los niños no las molestan, los incorporan y asumen, y eso les da una serenidad que es envidiable.

Nuestra sociedad frenética y apurada perdió esos gozos, pequeños momentos mágicos de encuentro humano y gratificante. Estamos corriendo de un lado al otro para conseguir bienestar y darles de todo, y nos olvidamos de verlos crecer, de charlar con ellos, de conocerlos y acompañarlos. En mi experiencia en los colegios pude comprobar cuanta soledad pasan nuestros niños y jóvenes, cuanta incomunicación en el mundo del progreso informático.

A mí, que soy un ejemplar acelerado por excelencia, este frenar brusco me ayudó y desorientó al mismo tiempo, aquí hay tiempo para la reflexión, para rezar y compartir la vida. Los únicos apurados en el Africa somos los blancos, ellos manejan los tiempos de otra manera. Al principio pone un poco nerviosa el esperar para todo, pero es cuestión de encontrarle el sentido que tiene...

En la Parroquia se comenzó un proyecto de recolección de basura por el barrio, pues antes estaba tirada por las calles, los chanchos y los chicos retozaban alegremente en la mugre y eso era un foco de infección y enfermedades. Con dos mini-tractores (son como triciclos) y unos carritos, van por las casas recogiendo los residuos; y en un lugar que nos prestaron se deposita la basura para abonar tierra y se planta verdura para vender.

Nosotras, en nuestra casita, ya tenemos una pequeña huerta y ya comimos peregil ¡plantado por nosotras! Tenemos tomates, chauchas, pepinos, zanahorias, todas unas granjeras...
Este proyecto da trabajo a 27 personas y está financiado por tres años desde un organismo
de Europa que dio U$S 30000 por tres años. Ya está por terminarse el plazo y si no nos ayudan se perderá todo por falta de fondos, es una lástima, pero siempre se depende de lo económico.

Bueno, no quiero cansarlos, hay miles de cosas por contar lo cual iré haciendo de a poco. Escriban que lo necesito, saber de cada uno es una alegría y es la manera de seguir sintiéndome parte, de vivir de mis raíces y de mi gente. Valoro tanto lo que Dios me dio en toda mi vida, mi familia y mis amigos, mis hermanas, las posibilidades de amar y ser amada, de estudiar y trabajar, y ahora poder dar lo que recibí a otros que lo necesitan.

El Señor en sus misteriosos caminos nos prueba con la cruz pero también nos llena de dones y gracias. Después del inmenso dolor de la muerte del papá de Lelia son incontables los gestos de apoyo, de cariño y de solidaridad que hemos recibido.

Los misioneros y la gente se acercaron a nosotras y nos hicieron sentir parte de una familia y comunidad que está unida por Cristo ante todo, derribando barreras de color, cultura e idioma. Se nos tendieron manos generosas y desinteresadas en todo momento.

Dios habla a través del dolor y de los hermanos; en la soledad se perciben voces nuevas que por el ruido de la vida y las actividades dejamos de escuchar. Africa enseña a entrar en el desierto del corazón y encontrase con lo esencial de nuestras vidas consagradas. Son experiencias duras pero necesarias, que equilibran la vida y nos hacen mas humanos y cristianos.

Mil gracias a todos los que con sus oraciones, sacrificios y cariño nos hacen sentir cada día que esta misión es de todos. Queremos saltar las fronteras y llegar con este impulso a cada rincón de Argentina, de Africa y del mundo entero como quería Madre Catalina.

Recen para que encontremos los caminos que Dios nos tiene preparados para compartir el Evangelio y la vida en Africa.

Un abrazo enorme de quien los quiere con todo el corazón y los extraña muchísimo.

María Silvia
 

Invitamos a todos los que quieran expresarle su apoyo y hacerles llegar sus saludos a la Hermana Silvia,  a que le escriban a la dirección:

mariasfiorentino@gmail.com

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