Alejandro Montagne es un médico que vive en Las Parejas (Santa Fé). En 1994 conformó el Grupo S.O.S. Aborigen: un equipo que desde entonces trabaja en forma directa en el monte chaqueño, y un grupo de apoyo que trabaja en forma indirecta para proveer a las escuelitas de la única ración diaria de comida, conseguir los elementos necesarios para equipar y mantener los edificios escolares, fumigar ranchos y asistir sanitariamente a las comunidades que atendemos.

Hace pocos meses por iniciativa de un hombre de que conoció la tarea del médico Alejandro Montagne en el Chaco, se creó un grupo de trabajo en Capital Federal con la finalidad de colaborar en el proyecto. Hoy ese grupo y los de Santa Fe, formamos parte de la Fundación S.O.S. Aborigen, constituida (aún aguarda resolución de la Inspección General de Justicia) para darle entidad, organización y transparencia al proyecto.

De ese modo conocimos lo que llamamos la República de los Inocentes, un pedazo de nuestra Patria ubicado en el monte impenetrable chaqueño en donde viven y sobreviven 8000 aborígenes, el 70 % niños, de las etnias Tobas y Wichís.

En esta república dentro de la nuestra diariamente tratan de sobreponerse a la sed, el hambre y las enfermedades miles de niños, como los nuestros pero con una esperanza de vida y un proyecto de futuro bastante distinto al que conocemos.

Conocemos la vida en el monte en todas las épocas del año, con los comedores abiertos (un tablón y dos caballetes debajo de algún quebracho) pero también hemos atendido esta región en épocas donde no hay clase y resulta muy triste ver a los chicos y las jóvenes embarazadas pasar dos o tres días sin comer. Leerlo es duro pero vivirlo es mucho más duro...

Han sido asolados por epidemias que en nuestro medio causarían espanto, asustando al más entrenado de los estadistas, pero el mundo aborigen recluido en el olvido pasa sin mayor interés, tal como la meningitis del año 1999.

En un principio les brindamos atención médica primaria, atendiendo a los niños, adultos y embarazadas, realizando su control clínico, muchas de ellas el primero y probablemente el único hasta el nacimiento de su hijo, no tan sólo se los asiste sino que se les entregan los medicamentos para su tratamiento completo, aprovisionando de medicamentos a los puestos sanitarios y al hospital de Pampa del Indio.

Desde aquel momento hasta hoy entregamos infinita cantidad de ropa, calzados para niños y adultos, colchones, chapas y alimentos no perecederos que se distribuyen en las escuelas, para mantener la mayor parte del año abierto el comedor. Pero bien sabemos que los alimentos se consumen, los zapatos se gastan y la ropa se rompe o queda chica...

El Techaq, Chaugué, Campo Cacique y La Reserva son escuelas aborígenes. En ellas hay niños que tienen nombre y apellido, niños a los que el hambre, la sed, la desnutrición, las enfermedades estivales, las infecciones invernales, si no son la tuberculosis o el Chagas, le deparan un futuro bastante doloroso. Un futuro que, en parte, de nosotros depende.

Estos saloncitos, pequeños en su tamaño pero muy grandes para su finalidad, son un verdadero refugio para los chicos, tal vez el único. Aquí aprenden, también comen y se pueden curar con su agente sanitario mejorando su calidad de vida.

El grupo de trabajo de Buenos Aires ha centrado sus esfuerzos en poner a disposición de los equipos de Santa Fe todo cuanto se pueda, pero especialmente nuestro trabajo se focalizará en la Comunidad asentada en torno a la Escuela – Paraje Chaugué y el esfuerzo tiene por objetivo que los chicos y la maestra de dicho lugar puedan acceder a una "mínima" calidad de vida y adquieran elementos para su desarrollo personal y comunitario. Para conseguirlo, nos propusimos trabajar en las siguientes áreas:

• Recursos del lugar
• Grupo familiar de los alumnos
• Aislamiento de la comunidad escolar
• Infraestructura de la escuela y salón comunitario
• Promoción de la docente

Las escuelitas del monte son el último refugio para los chicos. Allí tienen la única comida, la que se da a la tarde para que de ese modo no tengan tanto hambre al llegar la noche, sólo algunos pocos... muy pocos y con suerte pueden llegar a tomar una taza de mate cocido durante la noche, caso contrario pasan de largo hasta el otro día.

La escuelita de Chaugué está ubicada en medio del monte, entre picadas y senderos de tierra, a 20 Km. de la localidad de Miraflores (unos 400 Km. al oeste de Resistencia). La familia más cercana vive a 600 mts., mientras que la más distante habita a unos 3 Km. de la escuela. El techo de la escuela se desplomó en marzo de 2001 (ocasionando la pérdida de TODO el material didáctico) y fue reparado con chapas y cartones. En junio de 2001 la comunidad de la escuela, junto con el Grupo S.O.S. Aborigen comenzaron a levantar la escuela actual (sin letrinas, ni agua, ni energía eléctrica). Consta de:

• Un monoambiente de 9 mts. Por 5 mts.,
• Techo de chapa (sin revestimiento interno),
• Paredes de ladrillos a la vista,
• Piso de cemento alisado,
• Dos ventanas y dos puertas de distintos materiales y diseño,
• Un pizarrón, bancos y escritorios desechados de otras escuelas.
• Un mástil

• alimentos no perecederos (especialmente arroz, polenta, fideos, lentejas, yerba, azúcar, etc.),
• ropa, medicamentos,
• material didáctico para escuela,
• artículos de higiene personal (cepillos de dientes, dentífrico, algodón, jabón blanco, etc.
• Y TODO LO QUE CONSIDERES QUE PUEDE ALIVIAR ESTA SITUACIÓN.