La Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) es una de las cuatro Obras Misionales Pontificias (OMP) que promueve la animación, formación, comunión, y organización misionera de los niños, adolescentes y sus animadores, para que crezcan, compartiendo su fe y amor a Jesús, con todos los niños y adolescentes del mundo y cooperen en la evangelización universal.
OBJETIVOS
La IAM cumple con objetivos que hacen la esencia de la OBRA:
Promover la conciencia y el compromiso misionero universal de los niños y adolescentes.
Dar apertura misionera a la educación cristiana.
Motivar a los niños y adolescentes compartir la fe y los medios materiales con los niños y adolescentes de regiones e Iglesias más necesitadas.
Estimular y apoyar a todos para que sean misioneros en su propia comunidad local y, misioneros para el mundo entero.
Promover las vocaciones misioneras.
¿QUIÉNES PUEDEN PERTENECER A LA IAM?
La IAM está integrada por los niños desde los 4 a 12 años; adolescentes de 13 a 16 años y animadores, educadores, padres de familias, sacerdotes, religiosos, catequistas, jóvenes a partir de los 17 años.
HISTORIA DE LA IAM
La IAM fue fundada en 1843 en Francia por el Monseñor CARLOS AUGUSTO MARIA DE FORBIN-JANSON. Forbin motivado por las cartas y noticias de los misioneros que le escribían desde China, contándole la difícil situación que los niños Vivian en ese país, busca diferentes maneras de dar solución a esta realidad. Primero no la encuentra en los grandes, así que decide dirigirse a los niños, lo cual los motivó a ayudar a la Iglesia para salvar a esos niños de la miseria y para que sean bautizados. En ese tiempo los niños se comprometieron a rezan un Ave María por día y ofrecer una moneda al mes.
La Santa Infancia (llamada en ese momento) se expandió a toda Europa y luego al resto del mundo. En 1922 el Papa Pio XI la eleva a la categoría de PONTIFICIA para toda la Iglesia. En la Argentina tuvo sus comienzo en Tucumán en el año 1849, 6 años después de su creación en Francia.
HISTORIA DE LA IAM
EN SALTA
Se
tiene noticia cierta de la presencia de la Obras Misionales Pontificias
de la Santa Infancia en Salta (Hoy: Infancia y Adolescencia Misionera),
desde el año 1938 siendo el RP José M Parodi sdb su primer Director.
Desde esa época también se mencionan colectas de la Santa Infancia en el
Boletin Arquidiocesano, por lo que se puede deducir la presencia de esta
OMP en algunos Colegios de nuestra ciudad y en Orán.
La actividad
principal de la Santa Infancia consistía en aquel tiempo en motivar a
los niños a cooperar económicamente en favor de los niños de tierras de
misión. Testimonio de ello nos da una ex alumna del Colegio Santa Rosa
de Viterbo: “Durante todo el año, las alumnas de la escuela primaria
realizábamos nuestro aporte económico a favor de los ‘niños infieles’,
con el incentivo de ‘apadrinar a un negrito’. Supongamos que se fijaba
en $ 10 el monto para lograr el bautismo de un niño, durante todo el año
íbamos aportando de a poquito, cada una según sus posibilidades. Cuando
lográbamos alcanzar ese monto, habíamos colaborado a que un niño infiel
se convirtiese, y nos convertíamos en sus madrinas. En un mural, había
una serie de ‘termómetros’ en los que se iba coloreando la cantidad de
niños infieles bautizados por cada grado, y el grado que más niños
convertía al catolicismo, se hacía acreedor de un premio. En el mes de
Octubre Misionero, se realizaban las premiaciones, y nos entregaban los
‘certificados de madrina’. Al año siguiente comenzábamos nuevamente esta
misión....”.
Inclusive puede deducirse que desde la década de 1930 hasta el presente,
siempre hubo una persona designada como director a cargo de las OMP en
la Arquidiócesis y, en consecuencia, de la Santa Infancia. Sin embargo,
no se tiene noticias después de finalizar la década de 1960, del trabajo
de esta Obra.
En
1991, las OMP organizan un concurso internacional, con el objetivo
principal de despertar en los niños y adolescentes una conciencia
misionera universal y movilizarlos a compartir la fe, del cual participa
un grupo de niños de la Vicaría Nuestra Señora de la Asunción, motivado
por la Hna Gregoria Colil. En el año 1992 este grupo de niños toma el
nombre de Infancia Misionera, comenzando así una nueva etapa de esta
Obra en Salta, que había quedado dormida durante varias décadas. En esta
nueva etapa, la Infancia Misionera trabajará con la nueva modalidad de
conformación de grupos de fermento misionero, siguiendo como
metodología trabajo, la Escuela con Jesús, como se aplicaba en
Colombia.
En el
año 1994, el Arzobispo nombra a la Hermana Gregoria Colil, Secretaria de
Infancia Misionera, quien se suma al entonces Equipo de Animación
Misionera (hoy Pastoral Misionera Arquidiocesana). A partir de entonces,
comienza a difundirse esta Obra en distintas Parroquias y Colegios,
naciendo en varias de ellos nuevos Grupos de Infancia Misionera.
En el
año 1997, debido al gran crecimiento de esta Obra, se conforma un Centro
Arquidiocesano de Infancia Misionera, que tendría como misión específica
la animación arquidiocesana de estos grupos y el nacimiento de nuevos,
llegando hasta nuestros días como Equipo Arquidiocesano de Infancia y
Adolescencia Misionera, luego de que en 2002 se sumarse la adolescencia
a los destinatarios de esta Obra.
En el año
2004 el Arzobispo nombra Delegada de Infancia y Adolescencia Misionera,
la Hna. Cristina Sanchez (Hija de la Inmaculada).
En 2006 y por razones de salud, la Hna. Cristina Sanchez se ve obligada
a renunciar, por lo que en 2007 se designa como Secretaria de la Obra de
la Infancia y Adolescencia Misionera a la Hna Beatrice Ngandu Ngalue,
religiosa africana de la congregación de las Hijas de María Inmaculada.
En el año 2009, la Hna. Beatrize Ngandu debe volver a Africa, por lo que
se designa a la Hna. Silvia Carrizo (Hija de María del Huerto) como
Secretaria de la IAM.
En el año 2010, la Hna. Silvia Carrizo es trasladada a Catamarca, por lo
que la sucede como Secretaria de la IAM la Hna. Natalia Rodriguez
(Pastorcita) quien prestaría su servicio en esta Obra hasta el año 2012.
ORGANIZACION
Dentro del trabajo de la IAM, contamos con responsables en varios niveles que nos ayudan en la misión y en la propagación de la obra:
A nivel PARROQUIAL: el responsable es el párroco, quien elige a un grupo de animadores entregados a la misión de trabajar junto a los niños y adolescentes.
A nivel DIOCESANO: el responsable principal es el obispo, luego el DIRECTOR DIOCESANO que nombra a un grupo de animadores provenientes de las parroquias para formar el EQUIPO DE ANIMADORES y de ellos un/a DELEGADO/A que representa a la diócesis. Todos en conjunto velan la tarea de la animación, organización y formación de los animadores en la diócesis.
A nivel NACIONAL: cuenta con un DIRECTOR NACIONAL DE LA IAM que nombra a un SECRETARIO NACIONAL y a un SECRETARIADO NACIONAL que animan, organizan y forman animadores a todas las regiones del país.
A nivel MUNDIAL: desde Roma,
El Santo Padre es la cabeza de las OMP. Él designa dentro de la IAM un SECRETARIO GENERAL DE LA IAM que acompañara a todas las IAM del mundo.