Al
igual que ocurría con los Jesuitas, la mayor parte de la labor misionera de los
franciscanos, la realizaban en el Paraguay.En el Tucumán, su mayor esfuerzo lo dedicaron a la educación, sabiéndose
que tuvieron escuelas primarias en todos los conventos de la gobernación, y en
algunos de ellos hubo ensayos de enseñanza secundaria. Con respecto a la
actividad específicamente misionera, se tiene noticia de la existencia de “tres
doctrinas en la gobernación del Tucumán (....) las cuales (...) tienen mucha
cantidad de gentes, las cuales doctrinas han administrado y servido como curas y
actualmente sirven sin estipendio ni salario alguno, sustentando los conventos a
los dichos doctrinantes con mucho trabajo”[1]. De estas tres doctrinas, una se ubica con certeza
entre los ocloyas de Jujuy, sin tener referencias precisas respecto a la ubicación
de las otras dos, probablemente cerca de Córdoba y San Miguel de Tucumán. En
concreto, en la ciudad de Salta, se tiene noticia de que únicamente atendían
el Convento pero su actividad parece circunscribirse principalmente a los
pobladores y lugares cercanos, con algunas salidas hacia los calchaquíes.